Apenas pisó el césped del parque Hermanos Serdán, Lorenzo Bundy recordó sus años en la pelota mexicana y cómo los Ángeles Negros evitaron en 1986 que tuviera marca perfecta en sus cuatro temporadas con los Diablos entre 1985 y 1988.
El nuevo timonel de los Pericos de Puebla hizo remembranzas de aquellos años. De la facilidad que tenía para batear en este parque, principalmente en los juegos de día, y lo que lo motivó a tomar las riendas del bicampeón del Sur.
“En Grandes Ligas ya no entré en planes de los Marlins, llegaron nuevos dueños, reestructuraron todo y me tocó a mí. Tuve ofrecimiento de ligas menores, pero yo quería dirigir, y fue cuando me habló Puebla. La plática con José Meléndez –presidente ejecutivo- se alargó durante tres semanas, hasta que acepté venir aquí.
“Sé que llego a una organización con mucho talento, con material para cuatro o cinco años, y que en los últimos años es una de las más exitosas de la liga. No hay nombres, pero sí talento para salir adelante”, destacó.
Bundy había dirigido la primera práctica de la pretemporada con miras a la campaña 2018 que abren el 23 de marzo precisamente frente a los Diablos, y de inmediato atendió en exclusiva a El Sol de Puebla.
Le dio gusto recordar aquellos tiempos cuando enfundado en la franela de los Escarlatas le tocó jugar en Puebla.
“Mira en México gané tres títulos en cuatro años, y el único que no ganamos fue porque los Ángeles Negros nos eliminaron en 1986.
“Era un equipazo. Te puedo decir uno a uno los jugadores de ese club, Orlando Sánchez, “Tiburón” Rodríguez, Chuchín González, Porfirio Mendoza –Víctor Quintero corrigió el reportero-, Hermilo Alonso, Don Carter, Dave Stockstill, Castelán, Ponce y un grandote que ese año bateó como .460 (en realidad.454), Willie Aikens, con quien coincidí en Kansas City hace un tiempo. Está muy bien, recuperándose”, recuerda.
Pero Bundy también rememoró aquellas tres campañas que jugó contra Puebla. “Este es un parque donde se batea muy bien, batallaba en los juegos nocturnos porque el alumbrado era muy malo, pero de día me daba gusto. Todavía recuerdo que metí uno que otro allá entre los árboles”, añade señalando la zona del jardín derecho.
ENCANTADO DE VOLVER
Bundy no ocultó gusto por volver a Puebla. “Es una ciudad muy bonita, que ha cambiado mucho y mi esposa está encantada por venir”.
El de Filadelfia destacó que su expectación es ganar. “Tenemos talento, vamos a trabajar para tener éxito, y ya los que tuvieron la experiencia de los títulos pasados, que platiquen con los jóvenes para transmitirles lo que se necesita hacer para ser campeón, para ser triunfador”.
Señaló que para que en un equipo haya éxito, se debe tener armonía y comunicación. “Necesitamos trabajar para el mismo lado, estar juntos, somos una familia, nadie es más que otro, disfrutar el juego, y todo ese éxito viene con trabajo y a su tiempo”.
Bundy se definió un timonel que juega dependiendo lo que hay en el grupo. “Si es un equipo que tiene poder lo voy a dejar batear, y si hay que correr, vamos a correr. Un manager dirige conforme a la característica que posee cada uno de sus jugadores”.
“En el Sur, es importante nuestro pitcheo. Trabajar bajito, tirar strike y estar arriba en la cuenta, eso será básico para el éxito. Y si es necesario recurrir al beisbol pequeño lo haremos, aquí da lo mismo triunfar 10-1 que 2-1, lo importa es ganar.
“En estos momentos no pienso en rivales, ni Diablos ni Tigres, ni Leones, yo me preocupo conocer a mis muchachos, aprenderme sus nombres, de donde viene, aprender de ellos, que meta tienen en su vida, tenernos confianza mutua y una buena pretemporada para alcanzar el éxito en lo que viene.
“Los rivales no me preocupan. Mi mente está enfocada en este grupo de muchachos”.
A la afición les pidió seguir acudiendo al parque y “apoye este equipo de jóvenes y siga disfrutando el beisbol”.