El futuro en los gimnasios es ahora, al menos en el Sport City. Dicho recinto abrió sus puertas a El Sol de Puebla el miércoles para mostrarle cómo opera una sala de su tipo en la nueva normalidad: con tecnología de vanguardia y sin la presencia forzosa de un instructor.
Más allá de los protocolos establecidos desde agosto pasado por las autoridades para permitirles el regreso a las labores a este tipo de servicios, el gimnasio ha colocado códigos QR en todos sus aparatos para evitar contactos y minimizar los riesgos, mientras le hace vivir toda una experiencia a sus socios, quienes descargan en sus teléfonos las rutinas o conocen de primera mano sobre cuál es la forma correcta de utilizar un instrumento como la bicicleta estática, la caminadora o las pesas.
Si existen dudas, el usuario está en toda su libertad de buscar al instructor a cargo para resolver de forma conjunta cualquier pregunta. Sí, sólo hasta ese momento es cuando hay un tipo de interacción en el gimnasio.
A la par, otras personas toman del suelo botellas de desinfectantes apostadas junto a las caminadoras, estáticas o pesas, pues el primer responsable de su salud en el gimnasio es el usuario.
El atleta amateur debe de limpiar todos esos aparatos antes y después de usarlos. Sin importar si el personal a cargo de la intendencia más tarde, alrededor de cada 50 minutos, los limpia.
“La intención de todo esto, de presumir este tipo de adecuaciones o tecnología es para brindar la mayor seguridad a nuestros socios, para que ellos se sientan bien al venir y para que sigan disfrutando de todo nuestro club”, comparte la gerente del club, Lety González.
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“Todos nuestros socios deben de descargar las normas del gimnasio en esta época y repasarlas en casa, aunque cuando llegan acá se las volvemos a recordar. Ellos son los primeros que deben de estar atentos a la desinfección de las áreas, pues al final les generamos ese sentido de responsabilidad”, añade.
LAS ALBERCAS
En la piscina, dueña de seis carriles, sólo se permite la presencia de tres socios por espacio de 50 minutos y alternando vías. Ahí los espera un instructor que de forma rigurosa les informa dónde colocar su ropa y toalla.
Todo esto cuando la alberca se va desinfectando a lo largo del día a partir de tres procesos: control del PH, el vaciado de productos desinfectantes y el clorado tradicional del agua, típico de cualquier espacio como éste.
“Hay tres personas a cargo dentro de la piscina, todos ellos informan sobre los tiempos de estancia y la forma en cómo deben de colocar su ropa y toalla en cada uno de los espacios destinados”, revela la gerente del Sport City.
El futuro es ahora en gimnasios como el Sport City, donde tal vez se ha sacrificado la convivencia entre usuarios, instructores y empleados. Pero se ha garantizado la salud de cada uno de los mismos.
- 30 Por ciento del aforo total de los gimnasios es el permitido en estos espacios en la actualidad
- 10 Personas o siete es el máximo que se permiten en áreas como las destinadas a estáticas o pesas