El extécnico de Morelia encaja a la perfección en La Franja, pues es hombre de casa y cuenta con bajo perfil.
En la panacea de candidatos a técnicos del Puebla, luego del cese de José Luis Sánchez Solá, el nombre de Roberto Hernández irrumpió en la baraja de forma “inesperada” y gana en popularidad.
La razón es simple: se trata de un entrenador de la casa (Televisión Azteca), cuenta con experiencia en reanimar a los muertos (Morelia, Clausura 2015), presume bajo perfil (es institucional) y lo mejor de todo… cobra poco.
Sí, el sueño de la dirigencia blanquiazul, o por lo menos de parte de la misma, se llama José Manuel “El Chepo” de la Torre; pero el exfutbolista del Puebla prácticamente escapa a la realidad financiera del club, en recesión o estancamiento desde finales del semestre pasado.
El currículo de Hernández convence por su trabajo en Morelia, donde renunció el último semestre tras la jornada nueve luego de los malos resultados. Aunque antes de agotar su magia al frente del conjunto purépecha, logró la permanencia de éste en Primera, lo condujo de nuevo a la Liguilla (en tres torneos consecutivos) e inclusive alcanzó a disputar la final de la Copa MX.
Hernández, además de dirigir a los michoacanos, hizo serios trabajos en el futbol del Ascenso con los desaparecidos Toros Neza, clasificándolos a la Liguilla. También comandó a Mérida, entre el Apertura 2007 y Clausura 2008, cuando a la división de plata se le conocía por entonces como Primera A.
Si en el Puebla le dan el visto bueno, La Franja se convertiría en su cuarto equipo como entrenador. Como futbolista militó en Santos Laguna (1990-1991); Monterrey, en dos ciclos distintos (1992-1994 y 1999-2001); y Morelia, jugando también en dos etapas diferentes (1994-1999 y 2001-2002).
A CONSIDERAR
Además de las tres liguillas consecutivas alcanzadas con Morelia, el entrenador presume en su palmarés un título dentro del Ascenso MX. Dicha conquista llegó al frente de los Toros Neza, después de ser enviado por la televisora a cargo del equipo en el Clausura 2013.
Tras ganar aquel torneo, y con eso el derecho a jugar la final de promoción, Hernández y los bureles cayeron en la serie por el ascenso ante Los Reboceros de La Piedad de Cristóbal Ortega, campeones del Apertura 2012.
En la ida, jugada en el Neza 86, los astados se imponían por la mínima. En la vuelta, La Piedad lo ganaba también 1 por 0, obligando la definición desde los 11 pasos, donde el billete se lo agenciaron los purépechas 5 por 3.
Más tarde, La Piedad se acabó por convertirse en los nuevos Tiburones Rojos del Veracruz.
EN 2002, Roberto Hernández arrancaba su trayectoria en los banquillos de México, fungiendo como auxiliar en Monarcas Morelia.