De pitar juegos escolares de volibol a hacerlo en el Torneo Olímpico de Beijing 2008. Así ha sido la trayectoria del entrenador poblano y referí internacional Humberto Salas Valerdi, quien se mantiene como un referente a nivel mundial dados sus conocimientos de la especialidad.
El silbante con 39 años de experiencia en los cinco continentes y actual presidente de la Comisión Nacional de Arbitraje de la Federación Mexicana de Volibol aludió su vigencia gracias a sus aportaciones al deporte. Aunque para llegar a convertirse en un icono, según él, primero “se debe de ser”, lo cual en su experiencia sólo se logra a base de disciplina y dedicación.
“El ser es parte de la dedicación y la disciplina. Pero el estar es parte de lo que uno aportar al deporte, tanto a la niñez como a los jóvenes”, señaló el silbante a este diario en días pasados.
En 1974, año donde México auspició el Mundial de Volibol, Salas Valerdi se enamoró del arbitraje. En el evento, celebrado por entonces en el gimnasio Miguel Hidalgo de Puebla y en donde hoy descansa una estrella con su nombre como parte del Paseo de Campeones fungió como jefe de orden y vigilancia de todo el cuerpo de referís quedando cautivado por la labor de éstos a grado de tal de decantarse de forma definitiva por dicho rubro.
Dos años más tarde tomaba su primer curso de arbitraje, pero al borde de la década de los 80 se certificó como juez internacional. A partir de entonces todo cambió, pues ha pitado desde Juegos Centroamericanos, Mundiales y hasta la Liga Mundial; aunque nada se compara con ser olímpico.
En Atlanta 1996 se le buscó para arbitrar en el certamen de la especialidad, pero el nacimiento de uno de sus hijos le impidió toda chance de concretar el sueño de una noche de verano.
Por ahí se dice que los trenes no pasan dos veces, pero para él sí fue así, ya que 12 años después concretó el máximo anhelo de toda gente relacionada al deporte cuando se le convocaba para pitar en los Juegos de Beijing 2008.
“El ser olímpico es una de las oportunidades que te da la vida, el de poder llegar o estar en esas lides no es sencillo. Aunque ya han sido bastantes lides de este tipo, ya son 39 años de árbitro internacional recorriendo los cinco continentes y eso es algo que a veces uno tarda en entender porque no es cualquier cosa”, remató.