A la hora cero, Interespañol lo volvió a hacer. Sin jugar su mejor futbol, inclusive sin anotar, el conjunto a rayas levantó el domingo en el CIU de la UPAEP por tercera vez consecutiva la corona de la Liga Ibérica, al vencer 1-0 a Zurich en la final de la competencia.
Los monarcas alargaron su reinado luego de un desafortunado desvío de Martín Alcibar, zaguero de Zurich, pues cuando éste trataba de cortar un centro pasado a segundo poste; lo acabó por anidar en su arco.
El futbolista blanco, sin hablarse con su portero, metió la testa con el objetivo de despejar la pelota. En cambio, tomó a contrapié al guardameta y terminó por clarearlo, cuando éste también hacia por la “bocha”.
Las filas del Interespañol no se creían su suerte, pues hasta entonces sólo se les contaba par de intentos aislados sobre la meta del adversario.
Zurich, en cambio, había hecho más y caía abajo en el marcador. Después la desesperación lo hizo presa y de jugar un buen futbol, pasó a presionar al árbitro, a los rivales, mientras la esperanza de la remontada se diluía como agua entre sus manos.
Antes de la tragedia, o del gol en propia meta, Zurich gozó de la más clara. Pero se topó con la enorme figura del guardavalla del Interespañol, Antonio Villegas.
El cancerbero acabándose de acomodar en la portería del conjunto campeón tras un mal despeje, a puro reflejo metió la pierna cuando uno de los delanteros del Zurich ya festejaba el 1-0.
Más tarde, sobre la agonía del compromiso y lesionado después de un sufrir un golpe producto de la batalla, alcanzó a recostar a tiempo para meter las manos y tapar un testarazo de uno de los grandotes de Zurich. En dicha acción, se acabó de escribir la victoria del Interespañol.
El conjunto a rayas, después de caer en el verano en la final de Copa con Zurich, por fin consumaba su revancha.
A CONSIDERAR…
SI BIEN Zurich perdió la oportunidad de firmar la campaña perfecta, Interespañol se quedó con todos los honores sin haber perdido un partido.