Para los Pericos de Puebla, la serie contra los Diablos significaba la gran prueba de fuego de la temporada y la oportunidad de consolidarse en el liderato de la zona Sur.
Había dudas, porque el liderato de Pericos se apoyaba en tres de cuatro series ganadas ante Oaxaca y Veracruz, dos de ellas por limpia, y en el juego que sacó en su visita a León.
Ya estaba presupuestado que la serie contra los Diablos sería complicada y que es allí donde se verían las armas que tiene el equipo para pelear.
No lo hizo mal. En el primer juego se pudo haber ganado, pero todo lo echó a perder el error de Stankiewicz que significa el out final, y que al final dejó vivir a los Diablos. Y a equipos como los Escarlatas hay aniquilarlo y no darle tiempo de demás. La muestra fue que se levantaron para dar la voltereta a un partido que ya daban por perdido 4-3.
En ese duelo, Pericos dejó a 10 corredores en los senderos, lo que habla de que el batazo a la hora buena nunca llegó. Aunque también Diablos, dejó a 16 estacionados en las bases.
El segundo choque fue de toma y daca, con ese Grand Slam en la quinta tanda de Carreón que ilusionó a los aficionados, pero desafortunadamente el pitcheo no pudo detener a la ofensiva Roja que sacó el triunfo por paliza de 12-7.
Diablos hizo trizas el pitcheo con 19 imparables, y se dio el lujo todavía de dejar a 24 corredores en los senderos, seis de ellos en la frente de Jorge Cantú, mientras Pericos también tuvo posibilidades ya que dejó a 17 en base, esperando el batazo que los mandara a tierra prometida.
Lo que sobró de los dos lados fue ofensiva, y una vez más Pericos demostró que su bateo sigue respondiendo, pero esta vez se encontró con uno mejor, y su joven bullpen fue incapaz de conservar las ventajas que le daban sus compañeros.
El tercero se canceló, pero Diablos fue el parámetro para dejar de manifiesto que en el Sur, Pericos seguirá compitiendo a la par de los equipos sueños y preparándose para dar la pelea a los rivales que vienen como Yucatán, Tigres, Campeche y Tabasco, además de algunos equipos norteños como los sorprendentes Mariachis.