La matadora Hilda Tenorio fue operada con éxito el sábado en el Hospital Betania, luego de la cornada de seis centímetros sufrida en el rostro en la corrida del viernes en la Plaza de Toros El Relicario.
Después de casi cinco horas de cirugía para reconstruir la zona maxilofacial, a la torera michoacana se le colocó una malla metálica como soporte. Los médicos ahora esperan su evolución. Este domingo se espera una rueda de prensa por parte del cuerpo médico para los pormenores.
El sábado Hilda Tenorio escribió en sus redes sociales: “la lesión es muy grave. He pasado la noche muy difícil sin poder dormir, sentada porque no había otra manera”. A las 10 de la mañana entraba a la faena más delicada: enfrentar al toro de la vida en la sala de crujía para reconstrucción.
Se estimaba que la operación durara entre seis o más horas. El mundo taurino hasta entonces se había volcado en oraciones y a través del hashtag #FuerzaHilda.
LA CRÓNICA DEL ACCIDENTE
El ejemplar no iba muy fijo en el engaño de la capa y en el camino, se llevó en el viaje a la torera.
El de Santoyo estrelló contra las tablas y se pensó por un momento en un trágico desenlace.
¡A un lado! Iban diciendo los técnicos en urgencias, a quienes se encontraban a su paso, en lo que ingresaban a la joven michoacana vestida de nazareno y oro, al área médica de la plaza El Relicario.
Los galenos inmediatamente estabilizaron a Tenorio, que sangraba profusamente por la boca.
Los médicos limpiaron la zona del rostro de Hilda, se pusieron de inmediato en contacto con los especialistas maxilofacial del Betania, a donde fue trasladada.
La última cornada en El Relicario se registró en febrero del 2016 con el matador Uriel Moreno “El Zapata”.
Tras una larga recuperación, El Zapata regresó a torear en ese mismo año y volvió a Puebla con el mismo vestido. Se convirtió en el matador con más actuaciones en El Relicario.
Este año se presentó en la segunda corrida de feria, el pasado 26 de abril, alternando con Jerónimo y Ernesto Javier "Calita" con una buena corrida de Los Ébanos, cortando una oreja.