Aficionado poblano logra evitar agresión en La Corregidora de Querétaro

Juan Antonio viajó desde Cholula a Querétaro para ver al equipo de sus amores y acabó con una experiencia muy amarga

Alland Jhonnathan | El Sol de Puebla

  · domingo 6 de marzo de 2022

“El Zorro”, como le conocen sus amigos por esa afición a la escuadra rojinegra, viajó desde Cholula a ver a La Academia. Foto: Cortesía Juan Antonio Zacarías

Una salida a Querétaro para seguir al equipo de sus amores, Atlas, le valió una de las experiencias más difíciles de digerir a Juan Antonio Zacarías en su vida como aficionado al futbol, pues de ir a disfrutar un espectáculo terminó por correr por su vida, al igual y como decenas de aficionados más en La Corregidora el sábado tras la bronca ocurrida al interior del inmueble durante el encuentro y de la que las cifras oficiales hablan de 22 heridos.

“El Zorro”, como le conocen sus amigos por esa afición a la escuadra rojinegra, viajó desde Cholula a ver a La Academia aprovechando la cercanía con Querétaro moviéndose en automóvil junto a dos compañeros de afición conocedor de lo delicado de la plaza. Por lo tanto, emprendió la aventura sin distintivos del Atlas, únicamente una gorra que acabó dejando en el coche antes de ingresar al estadio queretano.

La Corregidora de Querétaro o la violencia en primera persona. Foto: Ramón Romero | ESTO

“Nos quedamos en un hotelito, ya no viajamos a Puebla de inmediato porque uno de mis amigos con los que vine es diabético y se sintió mal de la impresión. Fuimos a ver un partido de futbol como cualquier aficionado que va a ver a su equipo y nos encontramos con otro tipo de cosas”, cuenta a El Sol de Puebla.

“Afortunadamente no hubo nada que lamentar. A mí no me pegaron, ni nada, solamente fue el susto, estábamos atrás de la zona de bancas… una zona hasta cierto punto familiar, pero donde también hubo incidentes. Pero lo que vimos es complicado”, agrega.

Si esquivó la trifulca o simplemente fue un testigo se debió a la clarividencia de unos de sus amigos, Alfredo, cuando éste le dijo a él y a su otro compañero de travesía “vámonos” justo en el momento en el que la bronca ya llegaba al campo de juego.

Pero desde sus asientos a la salida del estadio no escaparon al miedo de correr para dejar cuanto antes el inmueble, de mirar a gente con palos y piedras atacando a otros con la policía y la seguridad de La Corregidora como meros espectadores, al igual y como se aprecia en los videos que circulan desde el sábado en redes sociales.

“Nuestra reacción era ver qué pasaba, un amigo que se llama Alfredo cuando se mete la gente a la cancha a seguir la bronca es cuando a él se le prende la ‘luz’ y nos dice vámonos. Agarramos nuestras ‘cositas’ y nos salimos, pero en ese trayecto, desde los asientos hasta el estacionamiento, nos tocó ver de todo, literalmente de todo”, explica.

Robert James Peay en sus días como coordinador defensivo con la UDLAP. Foto: Cortesía UDLAP

“Nada más en el pasillo, de la primera banca hacia la puerta del estadio, en ese trayecto veías a gente correr con palos, piedras, veías a toda la gente correr, de dónde sacaron eso. Pasamos a esa gente, llegamos a la puerta del estadio y ahí vemos a más personas del Querétaro entrando a las puertas de forma violenta con la gente de seguridad y policía sin hacer absolutamente nada”.

Tras la dramática experiencia Juan Antonio asegura, “en este momento ni a La Corregidora ni al Cuauhtémoc iría al futbol, simplemente no vale la pena poner en riesgo tu vida sólo porque hay gente que no entiende que es un puto juego”, remata.