La noche del domingo fue triste para la crónica deportiva poblana con la muerte de don Jaime Silva Gutiérrez y Carlos Hernández Reyes, ambos con pasado en esta casa editora.
Don Jaime, decano de la crónica taurina, con quien platicamos recientemente y nos aportó información valiosa para recordar la época dorada del Toreo de Puebla, falleció a los 91 años de edad, mientras Carlos, quien poseía un talento natural para escribir de todos los deportes, incluyendo toros, rondaba los 54 años de edad.
“El Chato” Silva, originario de Oaxaca, llegó a Puebla en 1939, tres años después de la inauguración del Toreo, y cuando a los escasos 12 años de edad se paró por el recinto supo que su vida estaría ligada a los toros.
Fue torero cómico, participando en diversos espectáculos dentro de los ruedos, y se dedicó escribir las crónicas taurinas, comenzando allá por 1959 en la sección Tlaxcala que se editaba en El Sol de Puebla, y también desplegó todo su arte en las páginas de La Voz de Puebla y en El Sol de Puebla.
Su conocimiento sobre la fiesta era infinito; sus vivencias eran incomparables, a tal grado que era uno de los fundadores del grupo Tradición y Cultura, integrado por gente como don Álvaro Sánchez, Horacio Reiba, Jaime Oaxaca y José Antonio Luna, entre otros.
Hace un par de semana, don Jaime, nos narró gran parte de la historia y sus vivencias en el toreo. Se le escuchaba bien, pero todos sabemos, que todo puede cambiar de un momento a otro. Ayer por la mañana nos sorprendió la noticia.
SE FUE MUY JOVEN
Carlos Hernández Reyes comenzó su carrera en Grupo Acir, a principios de los 80, hablando de su gran pasión: el deporte.
A principios de los 90 se enroló como redactor en El Sol de Tlaxcala, y allá por 1996 empezó la aventura en El Esto de Puebla.
Allí escribía de todo, desde todas sus exclusivas del Puebla; beisbol, que le apasionaba por la sangre venezolana que corría en sus venas, y abrazó el mundo de la fiesta, también mostrando en sus crónicas un amplio conocimiento sobre este complicado arte.
A su salida del Esto de Puebla, se dedicó a otros quehaceres de la vida, pero siempre sin olvidar esa pasión por el deporte, incluso abriendo su programa por Internet Sport21, donde alternaba con exjugadores del Puebla como Juan Alvarado, Gerardo Cosío y Gerardo González.
Americanista de siempre, tenía su estilo para enfrentar los temas, a veces era fuerte y no agradaba a muchos, pero al fin era su estilo de ser y comunicarse.
Su inesperada partida nos sacudió a muchos compañeros que crecimos juntos en el periodismo deportivo, a partir de los años 80. Y a todos, a pesar de las diferencias para ver las cosas, nos dolió, porque todavía le quedaba mucho tramo por recorrer.
Carlos se fue el mismo día que don Jaime Silva. Las coincidencias de la vida, dos amantes de la fiesta, cuya partida llena de luto a la crónica deportiva poblana. ¡Descansen en paz!