“Lo que mal empieza, mal acaba”. La semana en el campamento lobezno arrancó con el cese inesperado de Rafael Puente del Río, luego la dirigencia depositó su confianza en Daniel Alcántar, a quien se le cuestionó la lealtad hacia el otrora técnico universitario.
Luego a minutos del partido del sábado en el Azul, el autobús del equipo protagonizaba un accidente, obligando a La Manada a llegar al coso de la colonia Noche Buena sobre la hora para enfrentarse a Cruz Azul.
Pero Lobos nunca llegó... al menos no mentalmente, pues para jugarse la categoría el equipo se mostró dubitativo y permisivo sobre la cancha, luego entonces La Máquina apenas pitó con un solitario gol de Méndez para hundir en la porcentual a La Manada.
Los primeros 45 minutos en el Azul se trataron de una síntesis de los últimos días en el campamento universitario, con un equipo aparentemente comprometido; pero el cual en el campo demuestra otra cosa.
Para muestra la presentación del capitán Francisco “Maza” Rodríguez, a quien una vez más su actuación se le debería de cuestionar.
Primero le cometió un penal a Martín Rodríguez cuando éste trataba de ingresar al área. “El Maza”, quien llegaba a la “ayuda” defensiva, le dejó la pierna al cruzazulino... el central Jorge Antonio Pérez Durán, a unos metros la jugada, no dudó en señalar la pena máxima.
El español Edgar Méndez vencía más tarde desde el manchón al guardameta Lucero Álvarez. El uruguayo casi alcanzó a detener, pero le faltaron uñas para llegarle al disparo del ibérico.
Cinco minutos después la epidemia de malaria se extendía cuando “El Maza” chocaba con Álvarez tratando de cortar un balón largo y venenoso de los cementeros.
La peor parte del encontronazo parecía se la llevaba Rodríguez, quien permaneció en el suelo, mientras Lucero se levantaba para seguir la jugada.
Al final, el charrúa debió de abandonar el partido por un corte en la parte superior de la ceja derecha. Francisco Rodríguez, se levantó y siguió en la batalla tan sólo para hacerse expulsar de forma infantil hacia el final del primer tiempo.
El capitán, al igual y como con América, cometía una falta de primaria; aunque ahora no debió de bajar a nadie para irse a las duchas... simplemente le bastó con estirar la mano para cortar otro balón largo... con destino a ningún receptor; sí, a ningún receptor. “Piensa mal y acertarás”, pues lo del “Maza”, en combinación con la falta de tensión del equipo en el segundo tiempo cuando Cruz Azul no aprovechaba su ventaja numérica, llevan a pensar en la falta de química entre el plantel y Alcántar. Tal vez, en próximas horas vuelva a temblar en el cubil.