El conjunto de RafaelPuente entendió que cuando no te defiendes bien sin el balón lomejor es jugarlo lejos de tu arco. Y en menos de un cuarto de horaestrellaba tres pelotas a los postes, mientras su cancerberoFrancisco Canales ni siquiera era requerido atrás.
Los señalados de unaprimera mitad de campaña para el olvido se engallaron y cargaronal equipo. Tal fue el caso de Amaury Escoto, sin goles en cada unode los ocho partidos pasados, pero que en el de ayer comenzó conganas sacándole pintura al poste derecho de la cabaña de Oaxacatras un zurdazo.
Aquella fue la primeragran prueba de los licántropos en el partido, ya que para nadie esun secreto que éstos solían caerse cuando fallaban operdonaban.
Pero esta vez noquedaba más que seguir intentándolo y Diego Jiménez buscó abrirel marcador con un testarazo que reventó el transversal… comonunca antes la sentencia de “que los postes también juegan” lepasaba un costo a La Manada que en 15 minutos pudo estar 2-0.
A pesar de los palos,las críticas, la tensión por salvar un proyecto con altosíndices de cuestionamiento, los lobeznos siguieron a lo suyo: alfrente y atacando que no había mañana en el cubil.
Otro centro alcorazón del área, de esos en los que Lobos sobrecarga el ataque,encontró como receptor a Diego Jiménez. El delantero de nuevopuso su cabezazo en la base del poste -ahora izquierdo- pero elrebote le quedó a Amaury Escoto, que como un juego de frontónsólo esperó la llegada del balón a su pie para acomodarlo condirección a la red.
Más tarde Escoto ledevolvió con un servicio filtrado el favor a Jiménez. El “9”mano a mano con el cancerbero oaxaqueño preparó, apuntó eincrementó la cuenta en el Universitario de la BUAP que tieneganas de volver a ser el feudo del que pocos salieron vivos hastahace tres torneos atrás.
Aunque el mérito fuepara Escoto que condujo por 50 metros el contragolpe del gol, elcual arrancó cuando recogió el balón en su propio campo ydespués coronó al brindar un servicio lleno de pulcritud aJiménez.
Pero las cosasparecían complicárseles a los licántropos en el complementoluego de que Alfonso Tamay recortó distancia en las primeraslíneas del segundo capítulo. El tanto de Oaxaca evidenció porenésima vez en el campeonato los problemas defensivos del equipode Puente.
A la pareja decentrales conformada por Ruvalcaba y Pérez les ganó Tamay unbalonazo que nació desde la cancha de Alebrijes. El menudofutbolista a base de velocidad les comió la espalda a susmarcadores y con la pelota en los pies cruzó a Canales para el2-1.
Pero La Manadarecuperó lo perdido con un testarazo de Luis Pérez quesentenció la pizarra en el Universitario de la BUAP.
El triunfo es unabocanada de oxígeno para Puente y Lobos, que deberán de tenerclaro que un nuevo descalabro en la próxima jornada volverá aencender los focos de alerta en el cubil .
ELDATO
La victoria delsábado en contra de los Alebrijes fue apenas la primera de Lobossobre Oaxaca por el Ascenso MX.