La Manada prueba ser de Primera

Alland Jhonnathan López López

  · miércoles 27 de diciembre de 2017

Con el ascenso en la bolsa tocaba en el cubil trabajar a marchasforzadas para armar un equipo capaz de competir y el cual noregresara en un año a la categoría de promoción.

Rafael Puente, técnico lobezno, avisó entonces a susfutbolistas que no todos entraban en los planes de la máximacategoría; aunque también advirtió que necesitaría de la basedel ascenso.

La Manada conocía la formula, pero debería de redondearla congente de experiencia: refuerzos probados en Primera; aunque porobvias razones costosos.

Se requería de gestión para lograr a los futbolistas objetivosde Rafael Puente, quien ventilaba en Acapulco, sede del régimen detransferencias de la Liga MX del Apertura 2017, que no teníacontrato.

Al final del día, Puente y La Manada se arreglaban. Más tardeel entrenador salía del draft satisfecho tras firmar a LuceroÁlvarez, Francisco “Maza” Rodríguez, Carlos Adrián Morales,Pedro Aquino, Juan Carlos Medina, Luis Advíncula, JuliánQuiñones, William Palacios y Luis Quiñones.

Los refuerzos invitaban a soñar en grande, ahora faltabaconjuntarse con el objetivo de sumar 20 puntos en el estreno de LaManada en Primera División, 20 unidades para quedar más cerca dela salvación.

Las primeras dudas sobre qué haría Lobos en el máximocircuito llegaron cuando el equipo no dio el do de pecho durantelos ensayos de pretemporada, en los cuales sumó más derrotas quevictorias.

El técnico minimizaba el asunto diciendo que lo importante erael funcionamiento y que lo bueno arrancaría a partir del 22 dejulio, fecha en la cual debutarían en Primera División.

ARRANQUE DE ENSUEÑO; CRISIS INTERNAS

La Manada se presentaba en Primera División el 22 de juliomidiéndose en el cubil a Santos Laguna.

El universitario de la BUAP distaba del lleno de la liguilla dehace casi dos meses atrás; pero los casi cinco mil aficionados enel debut del equipo presenciaron un empate entretenido a dos.

Además, corroboraron que Lobos iba en serio tras los palos depretemporada.

Y si no fue en casa, el primer e histórico triunfo de loslicántropos llegó en Querétaro una semana más tarde, al son de4 por 0.

La felicidad por los goles de Julián Quiñones, FranciscoRodríguez, Juan Carlos Medina y Diego Jiménez contrastaban con labaja por lesión del cancerbero Lucero Álvarez, quien en un choquese fracturó el pómulo y quedó cerca de perder el ojo.

Aquello fue el karma de estrenarse en Primera: ganar, pero a unalto costo.

Después de vencer a Querétaro, Lobos se cenó a los Tuzos delPachuca en casa; sin embargo, volvería a perder a otras de suspiezas claves por un conflicto que hasta hoy continúa siendo unmisterio.

William Palacios y el goleador del equipo Julián Quiñonesprotagonizaban entre ellos una bronca, la cual terminó con ambosen el hospital y con Palacios fuera del cubil.

Lobos, el equipo sensación, se hallaba de repente en el ojo delhuracán.

La atención pasó de la cancha a lo sucedido fuera de la mismay el equipo lo resintió con par de derrotas consecutivas antePumas y América, luego encadenaron tres partidos más sin conocerla victoria para irse al fondo de la tabla de los cocientes.

La redención llegaría en Veracruz, donde “olvidaron” losuniformes de visitante y forzaron a los escualos a jugar con laequipación de foráneos tan sólo para derrotarlos por lamínima.

Aquella victoria llegaba contra un rival directo en la tabla delos cocientes, como un bálsamo después de tantos días de andaren el desierto.

Aunque una vez más, Lobos perdía a hombres por indisciplina:Luis Quiñones se iba como Palacios por la puerta de atrás tras nocumplir con los valores de la institución.

Además, al goleador Julián Quiñones se le separaba delplantel por tiempo indefinido.

CON EL SELLO DE LA IRREGULARIDAD

A la victoria contra los Tiburones Rojos le siguió otra igualde importante en Guadalajara, donde batieron a las Chivas Rayadasgracias a un golazo de Amaury Escoto.

Sin embargo, el equipo volvió a las andadas cayendo contraLeón, Toluca y Xolos.

La Manada trató de levantar contra Cruz Azul; pero el esfuerzose fue al traste cuando Necaxa les propinó su peor derrota hastaentonces goleándoles 5 por 0.

En aquel traspié, el propio Rafael Puente se sinceró aldecirse superado por el planteamiento táctico del rival.

La revelación no venía bien cuando en el horizonte aparecíaRayados de Monterrey, líder del torneo y favorito a todos loshonores.

Con todo en contra, La Manada hizo la chiquita pegándole a losde la Sultana del Norte 2-1 con Julián Quiñones de regreso y enplan grande.

Aquella victoria sirvió para alimentar la confianza de cara alprimer derbi Lobos-Puebla en la historia de la PrimeraDivisión.

UN DERBI UNIVERSITARIO

El último partido del año puso a Lobos contra el Puebla, rivalal cual superaron en la suma total de puntos del torneo.

El partido en la cancha del Cuauhtémoc se trataba entonces deratificar dicha superioridad.

El duelo resultó parejo, pero al final una expulsión que dejóal Puebla con 10 comenzó a inclinar el juego favor de Lobos.

Pero a los licántropos les resultaba difícil abrir la pizarra,misma a la que Francisco “Maza” Rodríguez le quitó el cerrojocon un testarazo a siete minutos del final.

El representativo de la Benemérita con los tres puntos logradosa costa de La Franja superaba los 20 presupuestos para quedar máscerca de la salvación, la cual tratará de finiquitar durante lossiguientes meses con refuerzos importantes como Írven Ávila ogente probada en el medio como Facundo Erpen.