El sueño de logar el Mundial en casa llevó a Lalo Cerezo, zaguero mexicano, a arriesgar jugando con dos costillas rotas el sábado. El poblano si bien no arrancó el partido contra el Scratch, acabó entrando al mismo para tratar de contener al brasileiro Nonato, realizador de tres los cinco goles de La Canarinha ante México, pues la derrota marginaba al Tricolor de la final del Grand Prix de Puebla.
Antes del ingreso de Lalo al campo, el combinado nacional caía 2 por 0 ante Brasil. Por lo tanto, el alto mando nacional lo lanzó al campo tras consultarlo con él… Lalo, ni lo dudó.
“Tengo dos costillas rotas, pero al final del día no me importó porque tenía que aportar y ayudar el equipo. Pero al final esto es futbol, a veces te toca ganar y otras perder; hoy… el equipo perdió, pero aún nos queda un juego más y hay que salir a darlo todo”, compartió.
Si bien la amargura por la derrota ante Brasil estaba presente en su rostro, pues México se despidió de la posibilidad de jugar por el boleto a la Copa del Mundo de futbol para ciegos y débiles visuales, el defensor optó por cambiar la página porque aún se cuenta con la posibilidad de subirse al podio en una competencia de talla internacional.
“El resultado no se nos dio, ni hablar, se gana y se pierde. Pero aún queda un partido para subirnos al podio”, dijo nada más al terminar el encuentro ante el pentacampeón Paralímpico.
Sobre si se ve jugando en el otoño de este año la Copa América de Argentina, donde México dispondrá de otra chance para sacar un billete a la Copa del Mundo del 2023, empeñó su palabra por estar en forma en vías de ser considerado para la máxima justa a nivel continental.
“Si estoy sano pelearé por un lugar. Pero ahora debo de terminar el torneo con los compañeros, después a recuperarme para volver al 100”, remató.