Para los aficionados poblanos es algo poco común ver a los camoteros en fases finales, si bien ya no se vive el drama de estar peleando el descenso, tampoco se ha podido mirar hacia arriba. Después de media década, nuevamente tendremos un partido que despierta unas emociones que han estado escondidas las últimas 3 décadas. En 2015, el argentino Marini fue el último timonel que llevó a una de las 6 liguillas en las que la Franja ha estado, dentro de los 48 torneos cortos, lo que resulta en un balance pobre, además de que no hay que olvidar que el encuentro del domingo es una reclasificación, no propiamente la fiesta grande de nuestro balompié.
El Puebla llegó al lugar número 12 después de ganar sus dos últimos encuentros, lo cual fue meritorio, alcanzando el último boleto que le da la posibilidad de ser campeón, en un sistema que ha sido criticado, pero que fue establecido por lo atractivo que resultan los juegos de eliminación directa, además todos empezaron el torneo sabiendo las reglas y teniendo la misma oportunidad.
Es indudable que las probabilidades están a favor de los regiomontanos, pero recordemos que en el futbol todo es posible, especialmente en un torneo irregular en donde cualquiera le gana a cualquiera, así que veamos cuáles podrían ser los puntos a favor de los comandados por Reynoso para dar la gran campanada.
En primer lugar, la localía no está representando un factor importante como antes de la pandemia, las gradas vacías o con poco público no intimidan tanto al rival.
Otro factor que hay que resaltar es que al Puebla se le han dado mejor los juegos en calidad de visitante, ya que su estilo de juego parece darse de mejor manera cuando son presionados y de repente pueden contraatacar, claro, hay que decir que en varios partidos fueron plenamente superados, pero al menos en una generalidad parece ser que ir a otro estadio que no sea el Cuauhtémoc no le resulta molesto a los camoteros.
Si comparamos los planteles de ambos equipos, veremos que el de la Pandilla resulta muy superior al angelopolitano, sin embargo, recordemos la irregularidad del torneo se ha visto en múltiples ocasiones, además de esto los albiazules llegan prácticamente sin tener algo qué perder, mientras que los actuales campeones son los de la obligación, más todavía cuando quedaron hasta el quinto lugar de la tabla, posición que podría sonar incoherente respecto a lo hecho el año pasado, cuando se alcanzaron una corona más.
El Puebla deberá salir los primeros 20 minutos a asentarse en la cancha, sin arriesgar, pero tampoco echándose para atrás, ya que eso puede ser un suicidio frente a los norteños. Con el paso de los minutos la desesperación por el triunfo de los locales puede llevar a cometer errores, los cuales deben ser aprovechados, sin falla, para anotar y no dejar caer el marco propio. El peruano Reynoso tiene que salir con un parado táctico perfecto, esperando que los puntos señalados se hagan realidad y se rompa la quiniela. Estoy conciente de que el estadio BBVA será una peligrosa trampa, pero también sé que el Puebla se puede colar por las circunstancias actuales. Al estilo taurino, que dios reparta la suerte. Hasta la próxima semana.
- vicente_leopoldo@hotmail.com; @vicente_aven
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