El tanque le duró 45 minutos a Puebla que antes del segundo tiempo protagonizaba la sorpresa de la jornada dentro de la Liga MX Femenil ante Chivas. Pero la lógica se acabó imponiendo y El Rebaño le dio vuelta en la segunda mitad 2-1 para preservar el invicto; aunque más importante, acabó recuperando el liderato del torneo.
Fátima Bracamonte puso a La Franja a soñar nada más a los siete minutos de partido embocando un penal. A partir de entonces Puebla estaba ante un escenario pocas veces vivido ante escuadras como las Chivas, pues de saltar a la cancha como víctima; ahora debía de gestionar la ventaja.
Sorprendiendo a propios y extraños las blanquiazules alcanzaron el ecuador del partido gobernando en las áreas y por lógica en la pizarra. Pero en la reanudación no alcanzó cuando el rival cambió de velocidad o simplemente se puso en modo serio para nivelar la cuenta a través de la testa de Kinberly Guzmán.
El peor escenario se hacía realidad y ponía a prueba el frágil temple de Puebla. Aunque el empate seguía siendo un buen negocio para las visitantes y a todas luces un mal resultado para las dueñas de la casa.
Chivas se puso a los deberes y lo ganaba; no obstante, un fuera de juego devolvía el 1-1 al marcador y el alma al cuerpo de La Franja.
Pero las líneas de defensa blanquiazules sucumbieron ante la fuerza aérea de las Chivas, o tal vez los nervios hicieron presa a un equipo pocas veces familiarizado con estar por delante en el marcador, pues en menos de 15 minutos del segundo tiempo el conjunto rojiblanco lo ganaba con otro testarazo, ahora producto de Gaby Valenzuela.
Eso fue suficiente para poner la rodilla de Puebla sobre la grama, mientras las Chivas levantaban los brazos en Verde Valle.
Sí, otra derrota honrosa y hasta lógica se dirá en el bando de La Franja, la cual servirá para “consolidar” a un proyecto con por lo menos una docena de futbolistas con más de 50 partidos en la Liga MX Femenil.
Aunque la realidad hoy es distinta, sólo alcanza para no perder y a veces hasta ganarle a conjuntos en teoría de tu mismo nivel; pero a los grandes, esos que te ubican o dicen dónde estás, pasa a veces como el viernes o como en últimos años… sólo alcanza para partidos honrosos, o para evitar goleadas.