La derrota de Lobos el sábado en Necaxa es de no creerse por hallarse en superioridad numérica por espacio de 51 minutos, por gozar de las opciones más claras de gol y aun así perder en la última jugada.
La Manada de la BUAP sumó así el segundo descalabro del torneo haciéndolo por la carretera, donde llegó a nueve meses sin ganar y cinco sin sumar.
El rostro del técnico universitario Juan Francisco Palencia tras el gol de Dieter Daniel Villalpando, al minuto 91, lo decía todo: ira o frustración por perder un punto y la posibilidad de registrar unidades espalda con espalda por primera vez desde febrero pasado.
Palencia no se creía cómo su equipo lanzaba las campanas al vuelo antes de escuchar el silbatazo final del central Erik Yair Miranda Galindo, pues si el gol cayó justo sobre la hora, esto se debió al hambre de un equipo por el triunfo y a la relajación o distención del otro.
Palencia no entendía cómo en el último minuto, cuando su equipo debió de hacer gala de mayor concentración, Francisco “Maza” Rodríguez no se le paró enfrente, o estorbó a Víctor Dávila cuando éste lanzaba la pelota desde el centro del campo en dirección a Villalpando por la banda de la derecha.
“El Maza” en lugar de presionar al chileno, luego de bajarlo en el ecuador del campo, no siguió la jugada y le permitió al andino lanzar a Dieter, quien segundos más tarde quedó mano a mano con Michael Orozco.
En el pase previo al gol había cinco elementos universitarios por delante de Dávila, dos de los mismos en la zona del receptor (Villalpando) y ninguno se comprometió a buscarlo o anticiparlo.
Sólo Orozco intuyó la jugada, pero la rapidez y técnica de Villalpando lo hizo trisas.
El tanto en contra del sábado recordó a los dos de Santos en el arranque de la competencia, donde par de balones desde el centro de la cancha sirvieron para comerle la espalda a la zaga universitaria, quien nunca se recuperó y a la postre permitió los goles de la victoria albiverde.
FALTA PEGADA
Pero no sólo por esa jugada Lobos perdió en el Victoria, pues al frente La Manada se dio el lujo de perdonar en dos ocasiones.
Primero Michael Chirinos no hizo por una diagonal de Luis Olascoaga, o decidió de forma tardía tirarse por la misma, justo cuando la pelota lo rebasaba con el marco a bocajarro y el arquero vencido.
Luego, siete minutos antes del gol de los Rayos, Diego Jiménez tampoco decidió bien al hallarse solo y en ventaja frente a Hugo González.
Diego, realizador de un poema de gol la semana pasada contra Veracruz, controló de más un centro al corazón del área cuando debió de disparar de primera. Luego entonces, la zaga hidrocálida recuperó y le sacó la pelota de los botines para dejarlo con las ganas de gol.
Ambos intentos de nuevo ilustraron aquel sabio adagio sobre el que perdona…
SIN ESPERAR PARA EL DEBUT
El brasileño Yago César da Silva, a quien Lobos presentara el martes pasado en el cubil, hizo su presentación el sábado en el futbol mexicano.
El paulista disputó 45 minutos ante la baja por lesión de Mauro Lainez.
El extremo lució buenas maneras, dándole mayor profundidad a La Manada a través del regate.
El otro extranjero al cual se le presentó a comienzos de semana en Ciudad Universitaria, Félix Crisanto, ni siquiera formó parte de la convocatoria y deberá de esperar por una semana para debutar en el balompié azteca.
Crisanto se convertirá en el relevo natural de Luis Advíncula, de quien Tigres no renovó su préstamo con Lobos BUAP y sí lo cedió a un club de la liga de España, donde volverá a probar sensaciones en el futbol del viejo continente.
EL DATO
Por segundo torneo consecutivo, Necaxa batió a Lobos jugando con uno menos.
Hace un campeonato lo hizo al quedarse con 10 desde el minuto 16, el sábado desde el 39.
POSESIÓN
Necaxa 55%
Lobos 45%
+
TIROS (A GOL)
Necaxa 18 (5)
Lobos 15 (6)
+
TIROS DE ESQUINA
Necaxa 6
Lobos 3