No todo en el cubil se debe de mirar con malos ojos, a pesar delos yerros defensivos de La Manada y las dos derrotas en filasufridas tanto en liga como en copa.
Si algo se rescata en la primera semana de la competencia es lacapacidad de Lobos para hacer frente dos torneos y, con equiposdistintos.
El miércoles, en el debut copero, Rafael Puente del Río se dioel lujo de enfrentar a Juárez con un cuadro totalmente diferenteal del estreno en liga el domingo pasado.
Ninguno de los titulares del miércoles arrancó contra Santos,y sólo uno de los mismos repitió convocatoria: el cancerberoJorge Villalpando.
Por lo tanto, 17 de los 18 en Juárez se trataban de rostrostotalmente nuevos
En La Manada existe un equipo A y otro B.
El A, el de gala, peleará en liga semana a semana con el gruesode los refuerzos en aras de mantener la categoría.
El B, el de la Copa, se abastece de la base del ascenso y de lacantera universitaria.
Sólo contra Juárez, Rafael Puente echó mano de ocho chicosextraídos de los conjuntos filiales: el cancerbero Manuel Zamora(P), el zaguero Daniel Alderete, los mediocampistas Carlos IvánVázquez, Carlo Licona, Gustavo Carmona (P), Rubén Orbe, CarlosMartínez (P) y el delantero Gustavo Miranda.
Tres de los canteranos vieron acción en la frontera: GustavoCarmona, Gustavo Mirando y Rubén Orbe, quien arrancó elcompromiso entre los titulares.