La vuelta al arco no se dio “como esperaba”, ademásocurrió “más rápido de lo pensado”; pero el uruguayo nodejó de agradecer al altísimo y a su técnico Rafael Puente delRío por la confianza para custodiar de nuevo, 88 días después,la valla universitaria; aunque se diera de improvisto por lalesión de Jorge Villalpando.
Las emociones contrastaban en el cancerbero Lucero Álvarezdespués del triunfo 3-0 sobre Cruz Azul el sábado, el primero enel cubil desde el pasado cinco de agosto. El uruguayo no ocultabala felicidad por regresar, pero tampoco la tristeza por hacerloproducto de la lesión de un compañero.
“Fue una vuelta, la cual no era como esperaba, más rápida delo pensado; pero gracias a Dios se dio y ahora habrá que mirarpara adelante”, apuntó el arquero.
Adelante para él será la titularidad ante Necaxa, Rayados yPuebla, más cuando la oportunidad de custodiar de nuevo de tiempocompleto el arco de Lobos se le abrió por la baja de JorgeVillalpando, quien en su momento aprovechó la ausencia deluruguayo para salir del retiro y luego para convertirse en elportero número uno de La Manada por delante de FranciscoCanales.
“Eso (la titularidad) lo decide el técnico, pero uno entrenaal 100; además Villa lo estaba haciendo bien. Entonces habrá queesperar y desearle una pronta recuperación a Jorge”,explicó.