La Arena Puebla le pagó el lunes tributo a Daniel López “El Satánico”, uno de los grandes ídolos y de los rufianes más emblemáticos del pancracio mexicano en los últimos años.
El hoy maestro del Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL) recibió una placa en reconocimiento a sus 50 años de trayectoria de manos de Benjamín Mar, representante de la Arena Puebla, antes del combate estelar de la función y que encaraba al Satánico, Averno, Mephisto ante los japoneses El Desperado, Tiger Mask y al Ídolo de Los Niños Atlantis como para recordar los buenos viejos tiempos.
“No hay mejor reconocimiento que el aplauso de la afición, muchas gracias Puebla”, dijo el rufián para encender a los presentes en el graderío del Gigante de Acero del centro histórico angelopolitano.
“El Satánico” ahora se dirige a Guadalajara, donde ha hecho escuela, y luego a la Ciudad de México como parte del evento Fantástica Manía, donde en match relámpago encarará a otra leyenda del Lejano Oriente como Tiger Mask.
Pero el lunes en Puebla volvió a tirar de la galera de rudezas y en la tercera caída, quedando mano a mano con Atlantis en el centro del cuadrilátero, aprovechó una distracción del réferi Edgar “Guero” Noriega para quitarle la máscara a la mala al Ídolo de Los Niños para después rendirlo con la cuenta de los tres latidos y así sellar el triunfo de su esquina tras dar cuenta del capitán de los estetas.
La lucha libre es mexicana
En lucha de relevos atómicos, México contra El Resto del Mundo, Los Depredadores Aztecas vencieron en tres caídas a Los Ingobernables de Japón.
Todo esto cuando Magia Blanca y Rugido ponían espaldas contra la lona a Naito y Bushi para esperar la cuenta de tres y el grito de fuera para acabar levantando los brazos al lado de Magnus y Volador Junior, completando el grupo de técnicos mexicanos la noche del lunes en la Arena Puebla.
Naito y Bushi, cabe destacar, hicieron su presentación el lunes en la Angelópolis, donde ni con la ayuda de Rocky Romero y Titán, sus secuaces, brillaron como lo deseaban.