Nacida en Puebla y con el deporte acompañándola desde la cuna, María José López López jamás imaginó convertirse en la mujer más emblemática del Club Puebla al ser no solo una jugadora referente, sino también la primera mujer en tomar el banquillo del equipo femenil.
Desde los dos años acompañaba a su papá mientras jugaba futbol rápido, acercándose desde ese momento al esférico que logró robarle el corazón pese a que otros deportes se cruzaron por su camino; aunque su destino se le presentó pronto, el compartir con sus hermanas otra disciplina parecía que podrían alejarla del camino.
Sin embargo, Majo, como es conocida, recordó en entrevista con El Sol de Puebla que el talento con “la bocha” fue visible a tal grado de que a los cinco años comenzó a jugar dando inició a su carrera futbolística que, como la de muchas, fue compartida con puros niños.
En el 2004 el empeño que mostraba María José llamó la atención de distintas personalidades que, de una u otra manera, habían estado ligadas al Club Puebla, tal es el caso de Alejandro Frías, quien le abrió las puertas a uno de los capítulos más importantes en su vida futbolística y profesional.
EL AZUL SIEMPRE ESTUVE PRESENTE EN SU VIDA
Alejandro Frías llevó a Majo al recién instalado Tec de Monterrey en el estado para comenzar a prepararse junto a otras mujeres que como ella mostraban talento para brillar en la cancha, representando esta aventura un mundo nuevo para la poblana.
Pasando su último año de primaria, su etapa de secundaria y a punto de entrar a la prepa, la futbolista se encaró con un reto académico que era el ganarse su lugar ahora como estudiante/atleta con los Borregos de Puebla, mismo que obtuvo siendo además beneficiada con el programa de becas.
Ya totalmente de sangre azul y al culminar su prepa, Majo decide estudiar Publicidad y Comunicación de mercados, alargando su estancia de más de 10 años donde obtuvo grandes victorias.
Arropada por grandes futbolistas profesionales, la jugadora poblana optó por aventurarse a nuevos lugares tras la creación de la liga profesional de futbol femenil en el país.
LA BÚSQUEDA POR EL PROFESIONALISMO FUE DURA
Tras graduarse del Tec de Monterrey en 2017, María José comenzó la búsqueda hacia el profesionalismo inspirada en compañeras que habían compartido cancha con ella, llevándola a probarse en equipos como Tigres, Necaxa, Pachuca y Pumas.
La búsqueda dividió su vida en entrenamientos dobles y su trabajo, teniendo su primer ciclo de visorias con Lobos BUAP, un equipo que estuvo a punto de hacerla renunciar al sueño de ser futbolista profesional.
Pasando por mucha incertidumbre por el tema de las mayores, Majo realizó parte de la pretemporada con Lobos, pero una decisión administrativa la dejó fuera de las filas del equipo universitario.
“Ya me habían pedido el número de mi jersey, lo que iba a decir, entonces fue un golpe muy duro para mí, uno que no esperaba recibir”, contó la ahora entrenadora para esta casa editorial.
PUEBLA HIZO VISORIAS ABRIENDO UNA PUERTA
Con el profesor Rogelio Martínez a cargo del conjunto enfranjado, Majo llegó con el corazón dolido tras lo ocurrido con Lobos BUAP, sin tantas ilusiones y con mucha pasión dio muestra de su talento ganándose un lugar en el equipo donde siempre soñó estar.
“Me acuerdo que el nombre de mi amiga Mirelle Arciniega y el mío fueron los últimos nombres que anunció el profesor y sentí un alivio”, recordó con una risa en su rostro.
Y a partir de ahí todo poco a poco se fue acomodando dentro del Puebla, incluso su cambio de posición de ser contención a convertirse en central por izquierda; aunado al crecimiento de su personalidad que la llevaron en poco tiempo a convertirse en capitana.
Majo también fue la culpable de que el equipo blanquiazul también fuera conocido como El Equipo de Los Moños, gracias a su tradición de repartir listones previo a cada partido con un mensaje especial como parte de la unidad que se buscó siempre sembrar en el vestidor y se volvió un rasgo característico dentro de la Liga Mx Femenil.
María José López, líder del equipo, la primera en llegar a los 100 partidos y ser una de las máximas goleadoras se retiró de las canchas a penas el año pasado, sin saber que su historia con el Club Puebla aún no terminaba.
Majo se convirtió en entrenadora de la Sub-18 llevando el proyecto a los puestos protagónicos de la competencia que busca ser semillero de grandes talentos, mismos que ella brindó para el primer equipo.
Luego de que terminara el ciclo de Pablo Luna al mando de La Franja en el máximo circuito, los problemas con el alta de un entrenador y los méritos acumulados, le dieron la oportunidad a María José de ser la primera mujer en el banquillo del Club Puebla.
Aunque el camino no ha sido fácil, Majo le ha regresado la esencia combativa al equipo que, desde niña, siempre quiso pertenecer.
EL DATO
Majo fue campeona nacional CONADEIP en su etapa de la preparatoria
2006
Seleccionada nacional Sub-15