Cada uno de los integrantes del equipo campeón del Nacional defútbol para ciegos y débiles visuales celebrado recientemente enCiudad universitaria, los Topos de Puebla, Han sido enriquecedorasy un ejemplo de vida para todos, pero la historia de Juan CarlosSánchez, quien se desempeña con defensa, es una de las másespeciales.

SU PASIÓN, EL FUTBOL

Desde el comienzo de la charla con El Sol de Puebla, Juan Carlossiempre mostró un lado agradable en su forma de ser, por principiode cuentas desde su apodo “El Conan” no era por su fortalezafísica, si no por el don de gente, donde sus compañeros y amigoslos reconoce como el de mejor forma y donde siempre toma todo conbuen humor.

Desde hace unos años tras la pérdida de su vista creyó quenunca más podría practicar nuevamente el deporte de sus amores:el futbol, pero el conocer a la organización de los Topos le dioun nuevo giro a su vida.

Aunque sólo lleva cuatro meses dentro del equipo, cuando eraniño y aún poseía el sentido de la vista fue un practicanteconstante a este deporte del cual dijo siempre se haapasionado.

“El jugar futbol me regresa la vida el entrenar toda las vecesque pueda con ellos me gusta. El estar aquí me ha cambiado la vidaporque estaba sin actividad física y sólo pensaba en mi oficio elser taquero, un sobrino que también practican fútbol y que estáen Colima fue quien me animo a integrarme a este sueño me gustóme enamoré de todo lo que aquí se hace”, reconoció.

[caption id="attachment_766267" align="aligncenter" width="600"]Foto: Sandro Franco[/caption]

“Me da mucho gusto venir entrenar sentir la cancha el balón alos compañeros saludarnos platicar con ellos y entrenar es unaexperiencia muy bonita”, expresó el férreo defensa.

SU VOCACIÓN, SER TAQUERO.

Pero más allá de sus habilidades como futbolista y de serparte del equipo tricampeón de México en el fútbol sala deciegos y débiles visuales, Juan Carlos Sánchez va mucho másallá de eso ya que desde hace 17 años junto su familia se hacencargo de una taquería la cual lleva por nombre “Tepeyac”, enhonor a la colonia donde actualmente vive con su familia justodetrás del mercado Zaragoza.

Un negocio heredado por su padre y donde actualmente junto a suesposa Aurelia y sus hijos Juan Carlos y Fernanda hacen la fuerzanecesaria para que la taquería salga adelante y sea el sustento deesta familia.

“Vengo de la cuna de los mejores taqueros del mundo en SanNicolás Buenos Aires, mi papá me inculcó esto, hay que aprenderel oficio y gracias a Dios lo logré ya que también tuve laoportunidad de estar con los mejores taqueros posibles en variosestados del país, debo decir que desde hace más de 17 años heaprendido este oficio, mismos años en los que he perdidopaulatinamente la vista, pero eso no me ha detenido para seguiradelante” dijo.

El trabajo que realizan en su taquería, de lunes a domingo conexcepción de los jueves, desde las 18 horas hasta la media noche,y pese a ser una zona de la ciudad relativamente complicada, elrespeto que se ha ganado de vecinos y amigos ha hecho que“Conan” sea todo una celebridad.

[caption id="attachment_766269" align="aligncenter" width="600"]Foto: Sandro Franco[/caption]

“Les daría como el consejo si me lo aceptan a todas laspersonas que tienen discapacidad a que no se encierren y que sufamilia ponga de su parte porque una persona nunca está sola, lafamilia siempre debe de estar junto a uno porque con el apoyo deellos todo sale adelante, si lo dejan a uno solo provoca que secierre en este mundo complicado donde todo se puede, no hay queponernos limitaciones, nosotros que somos discapacitados y aquellaspersonas que cuentan con todas sus capacidades físicas que lesigan echando ganas y que le den gracias a Dios por contar contodas ellas”, aseveró.

Mención especial tuvo para su esposa Aurelia a quien reconociócomo su gran pilar en la vida tanto en lo personal como en suoficio en la familia y ahora como deportista y le reconoce al hacerel doble trabajo tanto en las labores del hogar como en lataquería.

“Es algo que tenemos que hacer para salir adelante, este es elnegocio que nos dejó mi suegro, tenemos 14 años de estar juntoscon dos hijos, yo lo conocí con su discapacidad y lejos de noquerer estar a su lado ante el temor que muchas personas metrataron de infundir si nuestros hijos no serían ciegos yo no tuvemiedo yo no hice caso, mi familia me apoyó, lo quiero y estamosbien, nuestros hijos están bien”, dijo su esposa.

UNA FAMILIA EN EL MISMO TENOR

Juan Carlos es uno de un total de 10 hermanos; y aunque suspadres gozan de cabal salud, cinco de sus hijos –entre ellos“Conan” padecen la enfermedad que les ha provocado la ceguerallamada “Ritinosis pigmentaria” la cual, explicó, es lapérdida de líquido que permite tener visibilidad en los ojos loque provoca la pérdida gradual de la vista.

“Este problema es hereditario, haciéndonos los estudios porel lado de mi madre fue como vino el problema, afortunadamente nohemos perdido la vista de golpe, es poco a poco yo solo distingosombras y la intensidad de la luz pero llegará el momento en queno pueda ver en su totalidad pero no me da miedo porque mi vidaactual trabajo estoy con mi familia y juego el deporte que más megusta pese a la discapacidad visual que poseo” reiteró.

Tanto él como sus cuatro hermanos, los menores de toda lafamilia Sánchez de Gante, han perdido la vista aunque cada uno deellos también poseen un oficio y practican un deporte ya sea elgolbol o el atletismo pero siempre adelante con el deseo de vivirde una forma normal.

[caption id="attachment_766266" align="aligncenter" width="600"]Foto: Sandro Franco[/caption]