Ni ganan ni pierden, sólo empatan. La Franja sigue atascada en cuestión de resultados a pesar de sumar el sábado un punto ante el bicampeón Atlas tras igualar a uno en El Jalisco.
El intento se hizo, pero una vez más el rival le sacó el resultado al equipo de Larcamón; aunque en esta ocasión no en el último cuarto de hora y sí sobre el final del primer tiempo. Luego, la cabeza providencial de Anderson Santamaría en la segunda mitad le quitó en dos ocasiones el gol del despegue al blanquiazul en una acción no exenta de polémica.
No obstante, los postes o las barridas providenciales de la zaga rojinegra se lo negaban a La Franja en la primera mitad en El Jalisco hasta la aparición de Martín Barragán, quien hizo bueno el refranero mexicano con aquella máxima de, “para que la cuña apriete debe de ser del mismo palo”.
“El Poteyo”, abucheado una y otra vez el sábado en el coloso de la calzada Independencia por su pasado atlista, aparecía a tiempo en el área de La Academia para mandar a guardar un centro bombeado que acabó por darle más motivos a los locales para meterse con el hoy referente del ataque blanquiazul.
Pero La Franja, tras unos primeros 11 minutos marcados por la intensidad, optó por reservarse nada más al ponerse en ventaja en el afán de llegar completo al segundo lapso donde suele bajar tras lo visto en últimos tiempos.
La apuesta del blanquiazul era entonces clara, esperar para después meter el duelo a la congeladora a través de la contra. Y sí, una transición le abría la posibilidad de poner el asunto 2 por 0; pero de presumir números a favor en el contragolpe pasó a quedar a merced de Los Zorros tras un corte del mediocampista atlista Ángel Márquez.
Luego Atlas con una cátedra de futbol directo proyectó a Julián Quiñones. El moreno convertido en un ariete les ganó a sus marcadores para nivelar el partido antes del descanso.
Pero al duelo le hizo bien que el Puebla se guardara porque en la reanudación cambió de ritmo y buscó el compromiso ante la necesidad de sumar de a tres de una vez por todas.
Y el blanquiazul lo acarició con sendos cabezazos, donde Anderson Santamaría acabó convertido en héroe al sacarlos y en la misma acción sobre la raya. Sí, “para que la cuña apriete” por aquellos días con la elástica de La Franja.
Aunque en la jugada quedó la impresión de que en el par de remates del Puebla la pelota superó la línea de cal; aunque la duda quedará hasta la aparición en el futbol de la tecnología “ojo de halcón” y para eso parece aún falta mucho tras ver cómo opera el VAR en México y en todo el planeta.
Atlas estaba roto a esas alturas del partido y sólo trataba de ganarlo dándole el balón a Quiñones, siempre peligroso cuando tocaba el esférico. Sin embargo, el artillero rojinegro no golpeó con la misma fuerza a como lo hizo en la acción de la igualada… menos mal para el Puebla que no pierde, pero tampoco gana.