Un nuevo capítulo en la pugna legal entre Mario Mendívil y la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) se escribirá hoy en los juzgados, por la presunta venta ilegal de la franquicia de Primera División Lobos a los dueños de los Bravos de Juárez.
Todo esto a casi dos meses de darse a conocer el movimiento en la semana del futbol mexicano, 20 días después del arranque del torneo y tras el debut el domingo en la máxima categoría de los Bravos en territorio fronterizo, ante más de 19 mil personas en el estadio Olímpico Benito Juárez.
Este lunes, ambas partes están citadas una vez más en el Tercer Juzgado de lo Civil.
Hace tres semanas, únicamente los representantes legales de la universidad se presentaron en la audiencia, aceptando en la misma el pago de los 90 millones de pesos por la negociación de Lobos a Juárez.
Sin embargo, dicha cantidad se tomó a cuenta por 180 millones más, estipulados bajo contrato en abril del 2018. Esta última cifra, simplemente consideraba el pago total del club Lobos; es decir, por hacerse del primer equipo, las categorías inferiores y el conjunto femenil.
Si bien Mendívil sólo vendió la franquicia de Primera División a Juárez, la universidad le reclama el pago total del club.
La venta de Lobos, además de los nombrados faltantes, se enmarcó por la carencia de anuencia o consentimiento de la operación por parte de la BUAP. La Liga/Ascenso MX hizo de la vista gorda en cuanto a este último punto y sin ton ni son dio luz verde a la “mudanza” a la frontera de los licántropos.
Mario Mendívil, además de ganar casi 20 millones de dólares por la venta, se hizo de la franquicia de Ascenso dejada por Juárez, y la cual está congelada durante el presente año futbolístico 2019-2020.
Por su parte, la universidad se quedó sin futbol y con un estadio de 380 millones de pesos carente de operatividad, en cuanto a su inversión para ser terminado y entregado en 2012.
A CONSIDERAR…
MARIO MENDÍVIL, a decir de la BUAP, gozaba de tres años para pagar de forma total el club Lobos.