“Hice seis o siete goles en el torneo y eso que ibalesionado”, dice entre risas Omar Otero.
Goleador, vivaz y ocurrente; además de subcampeón anotador delnacional de futbol para ciegos y débiles visuales Puebla 2017.
La pelota marcó desde pequeño la vida de Omar, quien a losseis años perdió la vista por la retinosis pigmentaria; pero noel deseo de hacer cosas grandes dentro del balompié a como fuera odiera lugar.
El futbol entonces era destino y los Topos, el único equipopara ciegos o débiles visuales en el estado, la vía para llegar oreencontrarse con él y así volver a sonreír como cuandoniño.
“El de arriba (Dios) sabe qué pedo y las oportunidades seaprovechan. Así lo hice cuando me invitaron a participar a losTopos, donde sentí una felicidad enorme por continuar jugando deforma adaptada un deporte que me apasionaba desde los seis años yel cual por la ceguera abandoné”.
La felicidad de Omar se entiende cuando le dicen “llegamos ala cancha” y sus ojos, que sólo distinguen sombras, se iluminanporque se reencontrará con su única amiga o confidente: lapelota.
“El futbol nunca lo dejé y cuando tuve la oportunidad dellegar a este equipo reviví la pasión que siento por él”.
Omar jamás imaginó que el viaje a la reconquista de la niñezterminaría por convertirse en su destino, pues de “jugar la‘cascarita’, pasé a formar parte de un equipo serio y mástarde a la selección nacional con quien ya disputé hastaParapanamericanos”.
Por lo que Omar se volvió habitual a las convocatorias delcombinado tricolor desde 2011, viviendo como gran experiencia losParalímpicos de Río, donde él y su compañero de equipo JorgeLanzagorta representaron a Puebla.
Hoy vislumbra un nuevo llamado con vías a conformar la nóminamexicana para la Copa América de Chile, la cual otorgará boletospara el Copa Mundial de la especialidad en el que México buscarápor todos los medios de decir presente por primera vez.
“Sin duda el futbol para ciegos y débiles visuales es un gransueño, más con la oportunidad de representar a tu país y jugarde corazón, no por dinero”.
LEJOS DEL CAMPO
Fuera de la cancha labora en el área de teléfonos de laempresa Onus, asume su rol de entrenador como padre de dospequeños a quienes ya les contagió la pasión por el futbol y lespide “nunca dar pretextos para cumplir una tarea o una misión enla vida, porque sí yo pude con todo y mi discapacidad, ellos consus cinco sentidos lograrán lo que se propongan: es cuestión deperseverancia, trabajo y tenacidad”.
EL DATO
En el primer partido del nacional, donde Puebla se enfrentó alDistrito Federal, convirtió dos goles. Pero en el festejo delsegundo tanto se lesionó el pie izquierdo al saltar y caermal.
La torcedura lo dejó en duda para el resto de la competencia;sin embargo, se las arregló para disputar todos los partidos yconvertirse en el subcampeón de goleo del evento.