El líder del torneo Pachuca fue mucha pieza para una franja deshilachada por las lesiones y las bajas por expulsión o acumulación de tarjetas el martes en el estadio Hidalgo, aún cuando jugó todo el segundo tiempo con uno más tras la expulsión de Oscar Murillo.
Un testarazo del “Poncho” Guzmán le valió la victoria en La Bella Airosa a los Tuzos y la cima de la competencia. Sí, los hidalguenses recuperaron el control de la justa tras el triunfo en casa y la derrota inesperada 2 por 0 de Tigres en el Victoria ante unos renacidos Rayos del Necaxa.
Aunque decir eso les restaría crédito a los hidalguenses. Si éstos se quedaron con todo el botín es porque hicieron votos por ello con su presión alta para asfixiar a La Franja y efectividad frente al marco contrario a la hora cero.
Si el Puebla se equivocó o perdió la marca en aquel tiro de esquina del “Pocho”, que entró desde atrás para rematar sobre el manchón penal como en su casa, no es culpa del Pachuca.
La acción donde “alguien” de La Franja no se comprometió en el baile con su pareja le valió un regaño de antología al equipo y a su doctor Gerardo Toledo por parte de Nicolás Larcamón. Y es que en la acción del tanto de los Tuzos, Ángel Robles recibía atención fuera de la cancha por un sagrado de la nariz.
La reprimenda dejó en claro quién debía de custodiar a Guzmán.
Tras el tanto, Puebla se perdió en la áspera presión hidalguense. Y si los Tuzos no hicieron el segundo es porque a Romario Ibarra le faltó tiza luego de tragarse a Maradona para quitarse a cuanto blanquiazul se le apareció en el camino simplemente para definir como Ibarra… por fuera… pero Pachuca seguía presionando tal vez porque desconocía lo que sucedía en el Victoria, donde rayos y centellas domaban a los Tigres de Herrera.
Sin embargo, Pachuca se las ingenió para complicarse solo en el Hidalgo cuando Oscar Murillo le dejó la pierna muy en alto a Martín Barragán cuando ambos hacían por un balón por arriba apenas en la reanudación. El moreno de los Tuzos acabó contactando en la cabeza al futbolista de La Franja y el central Oscar Mejía sin titubear le mostró la roja directa para dejar en inferioridad numérica a los locales.
Víctor Almada no tardó en reaccionar y retiró de la cancha a Áviles Hurtado por Geisson Perea con el fin de amarrar el resultado. Puebla por segundo juego consecutivo se encontró con un hombre de más sobre la cancha y Nicolás Larcamón aunque se lo pensó, se la jugó: adiós Zago y Robles por Daniel Aguilar y Fernando Aristeguieta.
La Franja presionaba; Pachuca apertrechado aguantaba y trataba de matar a la contra. Así Nico Ibáñez casi dictó sentencia, pero le faltó potencia y colocación a su remate ante Antony Silva.
Después perdonó el Puebla y Aristeguieta. El colorado remató de cabeza por fuera cuando el arco del Pachuca estaba desguarecido porque Ustari se quedó atornillado en la salida, ni fue por el esférico ni se quedó bajo palos… menos mal para los Tuzos el venezolano la traía chueca.
Otra oportunidad así de clara parecía no la volvería a presumir el blanquiazul. Pero sí, Guillermo Martínez desperdició otra tras recuperar un rebote en la salida hidalguense que lo dejó franco ante Ustari; no obstante, al grandote le faltó calma y la tiró al “muñeco” para convertir al arquero argentino en héroe.
Luego el poste se lo negó a los dueños de la casa. El “Pocho” se quedó con las ganas del doblete tras una rápida transición. Ni modo, Pachuca para ser líder debía de sufrir hasta el final, y el transversal les salvó la victoria luego de un misil de Federico Mancuello sobre el añadido.
Puebla por primera vez en el torneo se quedó en cero. El equipo de Larcamón había marcado en cada uno de los partidos del torneo hasta antes del martes.