Reconocer es de sabios y Juan Francisco Palencia no tuvo problemas en hacerlo después de caer el sábado en el estadio Azteca 3-0 con las Águilas del América.
Inclusive, “El Gatillero” lo hizo desde antes de ingresar al campo con la incorporación de un tercer central en la alineación, como si previera el poder del huracán y tomara medias para minimizar los daños.
Lobos salió al campo apostando por la cantidad de elementos en defensa con la irrupción de Leiton Jiménez. El zaguero debía de ayudar a Francisco “Maza” Rodríguez y Michael Orozco a controlar las acometidas propias de un rival herido y con el ánimo de reencontrarse con el triunfo después de sufrir traspiés espalda con espalda.
Palencia preparó entonces un partido para mínimo traerse un punto de Santa Úrsula. El plan funcionó 33 minutos.
Sí, las Águilas lo ganaban por su talento, pero también por su deseo de llevarse el triunfo.
Lo anterior quedó por demostrado en la jugada del primer gol, donde uno de los futbolistas azulcremas hizo por un balón aparentemente perdido hasta la zona del tiro de esquina, una vez recuperado lo jugó con criterio atrás para no perderlo y desde ahí nació el centro a Henry Martin para el 1 por 0.
Martin, reapareciendo en el 11 del campeón del futbol mexicano, aprovechó la oportunidad marcando. En la acción, el artillero le ganó la posición a su marcador (Leiton Jiménez) para rematar cómodo dentro del área.
Lobos hallándose abajo en el marcador dio la impresión de preocuparse más de no recibir otro tanto, en lugar de ir por el empate.
América se sintió entonces cómodo y cuando “el talento encuentra a la confianza”, como indica Jorge Valdano, “seguro se ve buen futbol”.
Ahí apareció Nico Castillo para inventarse el 2-0. El andino, jugando de espaldas al marco, hizo la finta de recibir el balón y en lugar de pararlo, lo dejó correr para girarse como si hubiese hecho un control orientado, luego aceleró dejando atrás a Leiton Jiménez para el gol.
En el tercer tanto, simplemente remató de derecha un servicio a profundidad para dejar en claro la fiabilidad de la calidad ante la cantidad… de elementos en defensa.