El celular repiqueteó una y otra vez.
En la pantalla apareció el nombre de la persona, cuya llamada estaba esperando.
Era él, Gerardo Benavides, dueño de los Pericos de Puebla, y el único con la autoridad para aclarar la situación del equipo.
“Es verdad, tengo ofrecimientos importantes, y el permiso de la Liga Mexicana para vender el equipo, y en estos momentos los estamos evaluando. Todavía no se concreta nada, pero de que el equipo está en venta no es ningún secreto”.
Aclara que antes de eso avisó a las personas indicadas en Puebla para enterarlos de lo que pasaría y de alguna manera ofrecerle el equipo, “pero hasta hoy nadie se ha comunicado”.
Apenas se había hecho un recuerdo de la pregunta que disparó un día el dueño del grupo Gimsa después de adquirir la franquicia de los Acereros. “¿Tú crees que si hubiera sabido que me iban a vender al equipo de Monclova, iba a adquirir otro?”.
La misma frase de aquella tarde en una plática informal en el parque Hermanos Serdán, repitió el magnate coahuilense durante el inicio de la llamada.
“¿Tú crees que hubiera comprado a Pericos si me ofrecen a Monclova?... No lo creo”, respondió él mismo.
Y recuerda.
“Después que compré a Puebla se presentaron muchas cosas. Me ofrecieron infinidad de equipos, que Tigres, que Saltillo, pero la verdad ya me había hecho de un gran club.
“Meses después de ganar el campeonato me llegó la oferta de Monclova. Todo sucedió de la noche a la mañana, y era la oportunidad de recuperar el equipo que en los años 70 fue de mi familia.
“No lo dudé un instante.
“Créeme que si no se hace lo de Monclova, los Pericos hubieran sido un plus en la zona Sur. Te puedo asegurar que por lo menos tres campeonatos más estarían en nuestro poder.
“Pero tuve que enfocarme en Acereros, armar un gran equipo, porque en el Norte está más duro competir, y la verdad, quiero darle un campeonato a mi pueblo, como en su momento se lo di a Puebla sin pedir nada a cambio”, asegura.
“Tener dos franquicias es una gran responsabilidad, hay que estar ahí presente como lo hice con Puebla en los dos primeros años, pero ya en los últimos tiempos era más complicado viajar, y tener a Monclova, el equipo que había sido de la familia, es un reto importante porque quiero hacerlo campeón, además el estadio me queda a 15 minutos de la casa. Con eso te digo todo”.
EL DEBER CUMPLIDO
“Como dueño de Pericos cumplí hasta donde mi habilidad me lo permitió, con buenos resultados, y la prueba está en los títulos que se ganaron, y el campeonato que se consiguió en 2016 acabando con una sequía de 30 años sin un título en Liga Mexicana.
“Cuando le compré la franquicia al contador Moreno Valle me pidió, y le hice la promesa de mantener el equipo por lo menos tres años en Puebla, y no le fallé. Fueron cuatro años, y con un equipo de pelea.
“Y sí, tengo ofrecimientos para vender el equipo, ya con el permiso que se me dio en la liga en la pasada asamblea. Es una oferta muy importante, que se está evaluando, que se decidirá en su momento y se dará a conocer cuando se concrete”, aseguró Benavides.
Dejó en claro que si todo se concreta, Puebla se quedará sin equipo, “porque es un grupo importante que quiere llevar beisbol a su Estado”, agregó sin aclarar a que zona del país volarían los Pericos.
“Lamento que Puebla pase por todo esto, pero mientras no haya un empresario poblano que le invierta al beisbol, sin la ayuda del gobierno, será difícil tener un equipo”.
Ahí es cuando aclara que antes de tomar la decisión de vender la franquicia informó a las personas indicadas, “pero hasta hoy nadie se ha comunicado conmigo y ya pasaron más de cinco meses.
“Y sí, hubo una persona que me buscó, me llamó tres veces a principios del año, pero de buenas a primera no volvió a comunicarse. Creo que todo traía un trasfondo político.
“Me siento tranquilo, porque le di a Puebla lo mejor que pude, el gobernador Moreno Valle cumplió lo que ofreció –remodelar el estadio-, y yo también cumplí con el campeonato. Así que, estamos en paz”, remató rememorando un fragmento del poema de Amado Nervo.