Los Pericos de Puebla no se duermen en sus laureles. La directiva sabe que para poder competir en una larga temporada y aguantar la embestida final, se necesita tener un equipo bien balanceado. Y esa combinación perfecta se llama bateo, pitcheo y una buena defensiva.
A estas alturas de la temporada cuando se juega la décima serie de la campaña, los Pericos se mantienen en la segunda posición de la zona Sur, a un juego de distancia de la punta que comparten los Guerreros de Oaxaca y los Diablos Rojos del México.
Pese a que el bateo, que ha sido una de las principales armas de la franquicia en los últimos 15 años, se mantiene en la posición 14 de los 16 equipos con apenas .293 de porcentaje, la preocupación principal se llama pitcheo.
En ese rubro, los Pericos aparecen en el octavo lugar de toda la liga en pitcheo colectivo, pero con un alto porcentaje de 5.56, lo que es preocupante porque están recibiendo casi seis carreras por juego, y obligan a la ofensiva a hacer seis o más carreras para salir con el triunfo.
Ya de plano robó la primera cabeza. El zurdo Félix Doubront, un venezolano con anillo de Serie Mundial no pudo adaptarse al circuito, y quedó a deber. Ya de plano mejor decidieron recurrir a otro importado.
Casey Harman ha mejorado (3-0) es el único de los importados que está cumpliendo, mientras Travis Banwart da una de cal por otra de arena.
Y el bullpen, tampoco muestra esa solidez que se necesita para mantener a tu equipo en la pelea cuando se necesita.
Se sabe que es difícil conseguir buen pitcheo en el mercado mexicano. Los pocos que hay están ocupados, y hacer movimientos para obtener algunos de ellos sale caro.
Por eso Alfonso López, vicepresidente deportivo se encuentra en la Florida donde anda prácticamente de cacería tratando de conseguir por lo menos tres pitchers nacidos en Estados Unidos de origen mexicano para que puedan llegar como refuerzos locales.
“No fácil, pero lo vamos a lograr”, dice convencido “El Chato”.
“Lo principal es no descuidarse y seguir peleando en todo lo alto”.