Pericos debe mejorar para buscar sacarse la espina con un pitcheo abridor

Se van dos semanas de vacaciones para preparar la segunda mini campaña

J.L. HERMIDA USCANGA

  · miércoles 30 de mayo de 2018

En el beisbol, sin pitcheo no se puede llegar a ningún lado.

Quedó demostrado en la primera mini campaña de 57 juegos del 2018 donde los bicampeones de la zonas Sur, los Pericos de Puebla (25-30), aunque se metieron al juego de comodín por segunda vez en las últimas cuatro campañas, terminaron cayendo nuevamente en el partido extra, ahora frente a los Bravos de León, que en esas instancias van de 2-2.

Los Pericos batallaron a lo largo de la campaña. La salida de peloteros como Chuy Arredondo e Issmael Salas no terminó pesando tanto en comparación a no encontrar el abridor extranjero que necesitaban para apoyar a jóvenes como Ryan Pérez, Romario Gil y Rogelio Bernal.

Kyle Drabek (0-2) que fracasó en sus dos salidas y no lanzó más de dos entradas en su paso por Pericos, más tarde David Kubiak, que perdió dos de sus tres salidas, resultaron “cartuchos quemados”.

Nunca pudieron demostrar el por qué jugaron en la mejor pelota del mundo. Y eso quiera que no, terminó cobrando factura.

Mitch Lambson comenzó impresionante. Llegó a tener marca de 5-0, pero después de derrumbó estrepitosamente y ya no hubo un pitcher de cabecera en el staff de pitcheo de Lorenzo Bundy.

Lambson, relevista durante toda su carrera, probó que lanzar más allá de un episodio aunque sea cada cinco días, a lo largo termina fatigando el brazo. Y así sucedió.

Lambson no fue ni la sombra del pitcher de la primera parte de la mini campaña y desde aquella visita por el Caribe, ya no pudo dar más.

Romario Gil fue una grata revelación, pero se lesionó en el momento cumbre y su pitcheo hizo falta en el duelo clave contra los Bravos.

Bundy tuvo entonces que recurrir a Lambson, que como sucedió en sus últimas salidas, fue zarandeado de manera temprana, y aunque el bullpen hizo un enorme trabajo, ya no pudieron levantarse.

La ofensiva no era mala. La lesión de Daric Barton provocó que el equipo se derrumbara en las series claves contra Yucatán (40-17) y Tigres donde apenas se pudo ganar una vez en once partidos.

Pero más tarde Michel Crouse y Matt Clark comenzaron a batear, al grado de terminar por encima de los 10 cuadrangulares en la mini campaña.

En Jason Vásquez se tiene a un pelotero con futuro, mientras Ricky Rodríguez, Checo Pérez, Alberto Carreón, Antonio Lamas y Oscar Sanay, representaban un equipo que podía pelear con cualquier.

En sí fue una primera mitad complicada. El pitcheo terminó en el lugar 12 con 5.32 de efectividad, y el bateo, que siempre había estado entre los mandamás del circuito, se cayó hasta la novena posición con apenas .293.

Bien decía Lorenzo Bundy en un parque de bateadores se necesitan toleteros, pero también en una división de pitcheo, se necesitan abridores de calidad.

Porque en sí, el bullpen no desentonó, y fue el que a final de cuentas mantuvo en lka pelea al equipo en el duelo de comodín contra León, gracias a los relevos de David Richardson y Jeff Johnson, que en cuatro entradas mantuvo sin hit y en cero a los cuereros.

La llegada al final de Hank Conger en lugar de beneficiar terminó afectando, porque bien en su lugar se pudo traer al abridor que se necesitaba.

Conger jugó apenas 13 juegos, tomó 45 turnos y apenas bateó para .200 de porcentaje y dos producidas.

Esos números los puede conseguir incluso mejorar, cualquiera de los tres catchers mexicanos que tiene Pericos: Heras, Sánchez y Ayala.

Pensaron que Wes Torrez podía ser la pieza clave en el pitcheo, pero el neoyorquino de origen mexicano, sigue sin ver la suya.

Torrez participó once partidos, ocho de ellos como inicialista, y en ese lapso no pudo ganar un solo juego, y terminó con tres derrotas y una efectividad de 6.75.

Lástima porque posee fortaleza en el brazo, pero necesita trabajar el extra, para tener comando de sus pitcheos y convertirse en un lanzador exitoso.

Ahora los jugadores tomarán dos semanas de descanso. Reportarán a mediados de junio para preparar la próxima mini campaña que abren el 3 de julio en casa de los Guerreros de Oaxaca. La inauguración en el Serdán será hasta el 10 de julio frente a Saltillo, en una apertura inédita en la historia del circuito.

Se tiene mucho que trabajar y si en realidad quieren sacarse pronto la espina, tendrán que armar un cuerpo de abridores sólido, y apuntalar la ofensiva con al menos un bateador más de poder.

Y entonces, habrá motivos para pensar en la revancha y repetir lo hecho en 2016 cuando después de perder el juego extra en la campaña previa, se erigieron como monarcas del circuito.