Ni con público o sin público Puebla gana, ésa es la mala. La buena, la noche del jueves La Franja rescató su larga racha de empates en La Corregidora contra el peor equipo del torneo, los Gallos Blancos del Querétaro; aunque el duelo tampoco estuvo exento de polémica cuando el VAR le bajó sobre el final el 2-1 al blanquiazul del marcador.
El uruguayo Maxi Araújo lo ganaba, pero el central Ismael Rosario López Peñuelas necesitó del VAR para encontrar al uruguayo en fuera de juego o tal vez a Jozy Altidore sin respetar la distancia en la barrera al momento del cobro de tiro libre directo que precedió al gol del charrúa.
La realidad es que no es claro qué marco el nazareno o vio con la ayuda de la tecnología, pero “algo” se encontró para echar abajo el 2-1 de la pizarra.
Antes de eso un cabezazo seco del artillero Leonardo Sequeira le servía a los emplumados para picar de muerte al conjunto blanquiazul, pues el Puebla hasta el minuto 74 deambuló en el campo, se metía en una crisis de futbol, la cual únicamente maquilló Jozy Altidore con un gol a 16 minutos del final.
El estadounidense entró junto a Israel Reyes sobre el 62 de tiempo corrido con la misión de reiniciar a La Franja, hasta antes del ingreso de estos elementos sin ideas y a media marcha.
Pero si Puebla vino de atrás, en mucho se debió al consentimiento de la zona baja de La Franja, mera espectadora al momento del remate de Sequeira, pues éste entre los tres centrales y el portero se dio tiempo para decirles, “con permiso, esta bola es mía compañeros”, tras un servicio puesto de forma providencial de Pablo “TNT” Barrera.
La historia es conocida cuando el Puebla está abajo en el marcador, siempre encuentra la forma para volver… pero qué necesidad o por qué activarse sólo cuando se ve abajo en el tanteador.
El centrocampista Jordi Cortizo la tuvo tras el 1-0 en contra y en dos ocasiones, pero en ambas se topó con un monumental Washington Aguerre bajo los postes queretanos. El uruguayo le tapó a quemarropa a Cortizo el primer intento; en el segundo, a puro reflejo, recuperó para alcanzar a meter la mano cuando el futbolista del blanquiazul saboreaba o subía ya el 1-1 al marcador.
Pero del momento Puebla, La Franja se acabó diluyendo con toques intrascendentes en la cintura del campo, pocos cambios de ritmo y pases imprecisos en el resto del primer tiempo. En la segunda mitad, los Gallos Blancos acabaron por invitar a La Franja a su campo con el objetivo de tomarla mal parada y de esa forma cerca estuvieron de castigarla en par de acciones, aunque les faltó tiza, puntería.
Luego Larcamón se acordó de Altidore entrando al juego por Iván Moreno e Israel Reyes por Lucas Maia. Sí, Reyes acabó viendo minutos el jueves como elemento de recambio tras no jugar a mitad de semana con la selección nacional.
Pero La Franja ni así salía de su letargo hasta cuando Altidore se echó el equipo al hombro tomando la pelota por delante de la línea del ecuador del campo, apenas conducir y sacar un disparo machucado con toda la intención de ponerlo lejos del alcance de Aguerre.
Después, Altidore y Puebla reclamaban penal en una acción donde daba la impresión uno de los zagueros emplumados bloqueaba y derribaba al estadounidense. Pero nada, “juegue, juegue”.
El acabose fue el gol anulado del VAR que, a decir verdad, dejó más dudas que certezas. Aunque eso sí, Puebla viajó a Querétaro en plena crisis de resultados y se devolvió a casa con una crisis de funcionamiento porque no anduvo y sólo pudo cuando el musculo apareció sobre la cancha.