En un hecho insólito, después de perder de perder por paliza de 14-1 contra los Leones de Yucatán el primer juego de la serie, a los jugadores de los Pericos se les ordenó quedarse a entrenar.
El choque terminó minutos antes de las once de la noche en el parque Hermanos Serdán y ya con las tribunas vacías, los jugadores verdes aparecieron de nuevo en el terreno de juego para realizar las actividades que ejecutan de manera regular antes de cada encuentro.
El detonante para la decisión es que los Pericos se encuentran en el filo de la navaja y a punto de salir de la zona del juego de comodín, lo que tiene desesperada a la directiva.
Máxime después de la decisión de correr al Che Reyes, lo que le ha traído más sinsabores que éxitos.
Tampoco se descarta que muchos jugadores se encuentren en desacuerdo con algunas decisiones, lo cual ha terminado por hundir al equipo.
Lo de esta noche sería el tiro de gracia para los Pericos, cuyos jugadores podrían terminar cobrándose la humillación extra a la que fueron sometidos tirándose a la hamaca en los ocho partidos que restan a la campaña.