El próximo viernes contra Necaxa se cumple un año de la apertura de puertas del Cuauhtémoc durante la pandemia de COVID-19. En 12 meses, desde el 23 de abril del 2021 al 22 de abril del 2022, han ingresado al dos veces mundialista 297 mil 314 aficionados y en este semestre la asistencia promedio de la afición para ver a La Franja en Maravillas es de 24 mil 178 espectadores.
Es decir, los números para ver al Puebla en casa están en la media de cuando antes de la aparición del COVID-19 en el planeta. Aunque mejor con relación a los últimos ocho torneos previos que a diferencia del presente operaron al 100 por ciento en cuanto al aforo total del coso poblano.
Este campeonato el dos veces mundialista ha trabajado entre el 90 y 70 por ciento de su capacidad o con 33 mil 191 aficionados de 47 mil 417 facultados a entrar al coloso de Maravillas.
La no habilitación al 100 del dos veces mundialista le “pega” a La Franja en cuestión de las entradas cuando el club posee un producto atractivo por primera vez en muchos años. Pero a diferencia del Guardianes 2021, este torneo y desde el semestre pasado el equipo ha contado con la posibilidad de auspiciar por lo menos ocho partidos con la presencia de la afición en la tribuna del estadio Cuauhtémoc.
Cabe destacar, según ESPN los equipos de la Liga MX perdieron hasta 68 millones de dólares por mantener las puertas de sus inmuebles vacías durante el Guardiane 2020 y parte del Guardianes 2021, torneo en el que se autorizó la vuelta de la afición a los recintos, aunque con aforo controlado.
Pero en el caso del Puebla “algo” es “algo” en materia de entradas cuando se viene de la pandemia o se ha vivido un torneo marcado por la violencia, la cual también repercutió en el Cuauhtémoc en el siguiente partido como local de La Franja luego de lo de los lamentables sucesos de La Corregidora de Querétaro. Y es que tras esa fatídica jornada nueve, el dos veces mundialista como la mayoría de los estadios de la Liga MX registró un acceso menor a las protagonizadas durante los tres encuentros previos a eso.
Antes de Querétaro hubo ingresos por arriba de los 20 mil aficionados en Puebla, exceptuando la fecha tres contra Tijuana donde apenas ingresaron 11 mil 180. Tras La Corregidora, en el compromiso entre La Franja y Santos, sólo entraron 19 mil 713.
No obstante, la recuperación llegó pronto contra Pumas con 28 mil 115 personas, según datos de la Liga MX. Ese partido se trató de la segunda mejor entrada en el Cuauhtémoc de la temporada, sólo por detrás de los 35 mil 40 seguidores retratándose en la tribuna del dos veces mundialista en la fecha inaugural para el partido contra el América.
A un año de la reapertura del Cuauhtémoc, la cual ha tenido de todo, desde exámenes de detección de COVID-19, agresiones o acoso a comunicadoras dentro del estadio, violencia en la grada y hasta la instalación de un juzgado cívico móvil a las afueras del coloso de Maravillas, se cree Puebla y otros equipos de la Primera División están a un 60 o 75 por ciento de sus ganancias, aún lejos de gozar de salud financiera.
Todo esto cuando la venta de boletos y esquilmos (cerveza, refresco y comida) representaba el 20 o 35 por ciento del total de los ingresos de un club en un año hasta antes de la pandemia.