Desde que Pablo Marini calificó a los camoteros en 2015, no se ha vuelto a ver al equipo en esas instancias, situación que se agudiza cuando nos percatamos que esa liguilla ha sido la única en casi una década. Ahora la posibilidad se ve cercana, así que hay que esperemos un buen cierre y una alegría para una afición que ya se olvidó lo que es un campeonato.
Cuando yo era niño era común que la Franja calificara y diera un buen espectáculo, como sucedió en la década de 1980 y a principios de los 90; sin embargo, esa época es un pasado lejano que forma parte de una buena historia, algo positivo, pero que no es el presente del club.
Después de que Puebla perdiera la final contra León en 1992, las apariciones en liguilla han sido pocas. Hablando de los últimos años, no podemos dejar de mencionar los 2 torneos consecutivos en los que la Franja accedió la “fiesta grande”, comandados por José Luis Sánchez Solá, quien aparte de eso, ya había logrado el ascenso en 2007.
Con 24 puntos, los dirigidos por el “Chelís” se posicionan en el noveno lugar de la tabla general, quedando el último boleto en disputa con los Xolos, a quienes los Lobos derrotaros la jornada antepasada.
La expectativa es clara, si los camoteros ganan en el cierre del torneo, accederán a la liguilla, independientemente de lo que hagan o dejen de hacer los demás equipos. Ahora bien, si la Franja juega como salió contra Tigres, seguramente obtendrán el triunfo, cabe señalar que el partido contra los dirigidos por Ferreti se debió ganar, no solo porque el gol de ellos fue un error propio, sino por el juego y la actitud que demostró el Puebla y que puso contra las cuerdas a los regiomontanos.
Nos quedaremos con el antojo de que las dos escuadras poblanas califiquen como nunca se ha visto, pero ya se ve posible, no como sucedía hace 3 décadas, cuando la Franja y los Ángeles compartían la plaza: el primero era un protagonista del campeonato, mientras que los querubines luchaban por no descender, hasta que se vendió la franquicia para dar lugar a lo que hoy es el Santos.
Una expectativa buena, al inicio de la campaña, era que Puebla calificara y Lobos se salvara: situación que está muy cerca de de concretarse a una fecha de que concluya este torneo. Si después el León o Tigres derrotan a los poblanos será otra historia, lo importante es dejar de ver hacia debajo de la tabla y comenzar a mirar hacia arriba, recordando que los grandes sueños siempre se logran dirigiendo la vista al cielo. Hasta la próxima.
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