La bronca en la grada del Alfonso Lastras, entre seguidores del Atlético San Luis y los Gallos Blancos del Querétaro, ponen sobre aviso a las diferentes plazas del futbol mexicano para tomar medidas en vías de prevenir eventos como los suscitados el domingo.
Puebla, hasta el momento, no estudia acciones adicionales para su próximo partido en casa, a celebrarse hasta el uno de noviembre.
Sin embargo, ya trabaja en los preparativos pertinentes para la visita de los Pumas de la UNAM. El duelo, calificado siempre de alto riesgo por el gran número de aficionados felinos viajando a la Angelópolis, se atenderá con el tradicional operativo de seguridad, donde participarán de forma conjunta elementos de seguridad privada y del estado. Además, se citará a más personal policiaco, al acostumbrado.
De cara a dicho encuentro, Puebla gozará de casi tres semanas para prepararlo a conciencia.
Antes, en la fecha dos, La Franja encaró otro partido calificado como de alto riesgo, cuando las Chivas Rayadas del Guadalajara se metieron al Cuauhtémoc. En dicho encuentro no se registraron sucesos que lamentar.
Por otro lado, la competencia sigue sin comunicarse con el Puebla, u otro club del futbol mexicano, con el objetivo de redoblar esfuerzos en sus respectivas plazas para garantizar la seguridad dentro y fuera de los estadios. Aunque se espera un llamado por parte del circuito, en próximos días.
EL GRITO
El viernes durante el duelo entre Puebla y Atlas, la campaña para eliminar en el estadio Cuauhtémoc el grito homofóbico cuando los despejes del portero rival, resultó un éxito, pues la afición prestó caso y ni siquiera susurró la expresión a lo largo de los 90 minutos.