A unos meses de comenzar la temporada 2023 de la Liga Mexicana de Beisbol y a meses también de vencerse los 50 años del derecho de acceso adquirido en 60 palcos por poblanos amantes del deporte rey, surge la interrogante ¿qué pasará con los palcos del parque Hermanos Serdán?
El aviso colocado por la dirección de Bienes e Inmuebles de Gobierno del Estado ya sobre el sexto juego de la serie de playoffs entre los Leones de Yucatán y Pericos de Puebla, en cada uno de los accesos de los palcos, llevaba un mensaje claro.
En él, el gobierno invitaba a los propietarios a gestionar su cambio de pases para la temporada 2023, a partir de los primeros meses del año, en las instalaciones de la Secretaría de Finanzas, lógicamente acreditando la propiedad o el derecho de acceso que se le otorgó por 50 años para estar presente en todos los espectáculos presentados en el escenario, principalmente beisbol profesional.
La medida del gobierno es con el fin de saber quiénes perderán su derecho en este 2023 y si tienen el documento que acredita su concesión.
“Es el paso lógico que se tiene que dar, ya ellos nos indicarán los pasos a seguir”, dice el licenciado Guadalupe Olivares, que en 1973 a sus 29 años de edad adquirió el palco número 28, que se encuentra en su posesión hasta la fecha.
Los derechos del palco 28 en posesión de Olivares comenzaron el 31 de diciembre de 1973, por lo que expiran el último día de este año, por lo que podrá disfrutar sin mayores problemas la temporada 2023 que arranca en abril.
“La idea del gobierno es saber quiénes tienen en regla los documentos de los 60 palcos que son concesionados en el estadio y comenzar la operación recuperación”, expresa uno de los tenedores a manera de anonimato.
En total el parque Hermanos Serdán cuenta con 74 palcos, 10 de los cuales son manejados por la directiva -del 1 al 6 y del 35 al 38- y los cuatro últimos -71 al 74- los maneja el gobierno, vía el DIF estatal.
Tampoco se descarta que la directiva aproveche el momento para emular la mecánica de algunos de los nuevos estadios del circuito, convenciendo al gobierno de recuperar los palcos, y rentarlos por temporada.
“Sería injusto, porque mi palco lo acondicioné para disfrutar el beisbol cómodamente, y es ilógico que el equipo quiera aprovecharse haciendo caravana con sombrero ajeno”, agrega la fuente.
“Lo mejor sería que gobierno del Estado brinde el beneficio a los propietarios actuales de extender la concesión por 10, 20, 30 años, pagando una cantidad apropiada por el derecho de acceso. Sería lo más correcto”, añade.
Con menos problemas
Memo Cavazos, un gran aficionado al beisbol, cumplió el sueño de hacerse de un palco en 2015, cuando los Pericos eran manejados por Grupo Gimsa.
Memo se encontró con la oportunidad y adquirió su palco, a sabiendas que se podría vencer su derecho de acceso en 1973.
Sin embargo, Memo este año y los que siguen no tendrá ese problema, ya que el propietario original -Máquinas Industriales Ingeniería S.A.- adquirió los derechos del palco el 10 de marzo de 1978, y en el contrato se asienta que será por un lapso de 50 años, que se cumplirán hasta la misma fecha en el año 2028.
“Es la mejor noticia”, dice Memo, quien esta misma semana acudirá a la oficina de bienes e inmuebles para conocer su situación y saber qué pasos debe seguir para recibir los 12 pases de acceso al que tiene derecho.
Como Memo todavía muchos tenedores que adquirieron los derechos años más tarde, gozarán otro tiempo de ese beneficio.
Lo que se debe hacer
Pero ¿qué pasará entonces con aquellos a quienes se les vence su derecho de acceso en este 2023?
Precisamente para ello, deberán acudir a la oficina de Bienes e Inmuebles, donde su titular Emilio Igor Ferrer, les dirá cuáles serán las condiciones para seguir contando con su palco en el Hermanos Serdán.
“Sabemos que se tiene que pagar algo para mantener los derechos, pero no sabemos ni cantidad ni tiempo; si sigue el beisbol vale la pena", relata uno de los dueños de palco a manera de anonimato.
“Aunque tampoco estamos de acuerdo que la directiva quiera rentarnos lo que nosotros mismos acondicionamos para que nuestras familias disfruten con mayor comodidad el beisbol”, aclara.
Un recurso
El parque Hermanos Serdán se inauguró el 16 de junio de 1973 con el duelo vespertino entre Pericos de Sabinas y Pericos de Puebla, pero fue el único que se jugó en par de temporadas, ya que el escenario no contaba con alumbrado, y en tanto se colocaban las luminarias, los Pericos siguieron jugando en el estadio Ignacio Zaragoza.
Fue hasta la campaña de 1975 cuando el Hermanos Serdán se convirtió de manera definitiva en la casa del beisbol, donde ahora sí los primeros dueños de palcos pudieron disfrutar de su espectáculo favorito desde la parte alta del escenario poblano.
Sin embargo, a partir de ahí, no fueron 50 años interrumpidos de pelota profesional, por los constantes ires y venires del equipo, después del movimiento anabista de 1980.
“En el contrato el gobierno no garantiza tener beisbol durante los 50 años, y eso lo exime de cualquier recurso que se pueda meter para pedir que se alargue el derecho de acceso por el tiempo que no hubo beisbol”, relata Olivares, quien lleva más de 60 años siguiendo a sus Pericos.
A pesar de todo, muchos dueños de palco se unieron para meter ese recurso exigiendo la reposición de esas temporadas. “Es difícil que proceda, pero se está haciendo la lucha, aunque sí, vamos a luchar porque nos den prioridad de readquirir los derechos del palco que hemos tenido toda la vida”, agrega Olivares.
Fue a partir de 1975 cuando la afición poblana pudo disfrutar del beisbol profesional en el nuevo escenario, hasta que apareció aquella huelga de 1980 que rompió la cadena de seis años consecutivos de pelota de Liga Mexicana en el Serdán.
De ahí, aunque ya no hubo Liga Mexicana, entre 1981 y 1984, el parque Hermanos Serdán fue casa, primero de Los Ángeles 450 y después Pericos de Puebla, en la Liga Nacional (ANABE).
Con el regreso de Liga Mexicana en 1985 volvió a tener pelota del circuito de verano hasta 1987, cuando el equipo fue vendido a Jalisco.
De ahí entre 1988 y 1992, Puebla se quedó sin beisbol, aunque por ahí apareció una Liga Azteca, que duró poco tiempo, hasta el regreso de los Pericos en 1993.
Otra vez fueron solo tres años de pelota, y otros cuatro años sin ella, entre 1996 y 1999, hasta que de nueva cuenta volvieron los Pericos en el año 2000, para dar a Puebla la etapa más prolongada en toda su historia en el beisbol profesional.
Además, en un lapso de cinco años, entre 2002 y 2006 se contó con dos franquicias de Liga Mexicana, gracias a la presencia de los gloriosos Tigres capitalinos.
Así puede quedar solventando que parte del 73, 1974, 1981, 1982, 1983, 1984, 1988, 1989, 1990, 1991, 1992, 1996, 1997, 1998 y 1999, no se diera beisbol de Liga Mexicana.
Una ausencia que se recompensa con los tres títulos poblanos (1979, 1986 y 2016); el banderín de Tigres en la campaña de 2005, y las conquistas de Puebla en la Liga Nacional.