Los Gallos Blancos del Querétaro exhibieron la carencia devariantes al ataque de los Lobos de la BUAP en la victoria delsábado 2 por 0 en el Universitario.
Luis Fernando Tena, técnico de los emplumados, le mostró aliga la forma en cómo se le debe de jugar a los licántropos paradesarticularlos: defender en bloque, ocupar los espacios y trasdesarmarlos desdoblar a toda velocidad para tomarlos malparados.
Luego entonces, Querétaro impuso condiciones capitalizando lasúnicas dos claras de gol del partido: la primera aprovechando unyerro del rival y en la segunda beneficiándose de su propuestaofensiva, al tomarlo mal parado.
Rafael Puente del Río, estratega de La Manada, reconociódespués del partido la carencia de ideas de parte de su equipo alhallarse ante tal situación; además advirtió el peligro de noajustar en lo próximo, pues se corre el riesgo de enfrentar lamisma táctica contra equipos más adelante en el torneo.
A continuación, se analiza la segunda derrota de La Manada enel torneo.
MUCHA POSESIÓN; POCAIMAGINACIÓN
Los Lobos de la BUAP por segundo partido consecutivomonopolizaron la posesión del esférico, pero no rubricaron dichaventaja en el marcador.
La Manada presumió en el juego del 74 por ciento de laposesión, por apenas el 26 de los Gallos.
Querétaro con el 48 por ciento menos de la tenencia de lapelota disparó cuatro veces entre los tres postes lobeznos; esdecir, una menos de los intentos del adversario.
Además, La Manada si bien jugó durante gran parte del segundotiempo en campo enemigo, sólo trataba de lastimar a su rival conla estrategia más básica del futbol: centros al área, donde setopó con la pareja de centrales del Querétaro.
Se desaprovechó entonces a la movilidad del ecuatoriano GabrielCortez, quien arrancó por primera vez en la Liga MX comotitular.
Aunque el ecuatoriano se perdió durante el segundo tiempo. Enel complemento se mostró poco participativo, sin tratar de llenarlos espacios, tal vez la altura de la ciudad le jugó en contra, apesar de las casi tres semanas entrenando ya en laAngelópolis.
Sólo en una ocasión se halló cerca de hacer daño a travésde dicha vía; pero se topó con la enorme figura del cancerberoTiago Volpi, quien con un lance providencial mantuvo su arcointacto tras un remate de cabeza de Pedro Aquino.
Lobos, además, apostó por los centros cuando ya se hallaba enla cancha Írven Ávila y Manuel Pérez, cambios para hacer máspotente a la ofensiva. Por lo tanto, Puente y su cuerpo técnico noescatimaron a la hora de buscar el empate.
Sólo uno de los movimientos, el de Carlos Adrián Morales, seencaminó para tratar de mantener el equilibrio del equipo.
LOS ERRORESCASTIGAN
Del par de dianas anotadas por Querétaro, la primera de lasmismas se le achacaría a la falta de tensión defensiva deLobos.
Si en la primera semana de la competencia se hizo énfasis a lafalta de práctica del equipo en las jugadas a balón parado; en lasegunda, se debe de señalar a la falta de ambición de la zaga ala hora de pelear por la pelota u obstruirle el disparo alrival.
En el 1-0, obra de Camilo Da Silva, al brasileño le bastó conmedio amague para quitarse a Facundo Erpen. Con ángulo de disparofulminó el arco universitario.
El segundo tanto, La Manada lo permitió al quedar mal parada enaras de buscar el 1-1.
El sábado Rafael Puente se mostró contundente al respecto:“pierdo igual 1-0 o 2-0, por lo que prefiero morir de algobuscando el empate”.
La propuesta del estratega universitario se debe de agradecer enun futbol cada vez más especulativo. Si su escuadra corrige eimagina, volverá a deslumbrar como lo hizo el torneo pasado.
Lobos entonces debe de atreverse a correr los riegos cuando sudestino en cuanto al tema del descenso, después de un torneo de 23unidades, se halla en sus propias manos.