Por Vicente L. Avendaño Fernández
De no ser por los Pumas, el Puebla seguiría yendo en el últimolugar de la tabla general, sin embargo, ese penoso lugar fue el quele correspondió a nuestro equipo la temporada pasada.
Hablar de la mediocridad del Puebla ha sido algo cotidiano, asícomo el constante peligro de volver a descender, sin embargo,parece que después de una década del último ascenso, el equipose ha estabilizado en la liga, aunque sea siempre como parte de loscoleros.
Ahora bien, la contratación del “chiquis” García parecíaque sería una novedad que daría buenos resultados, así comosucedió con el también debutante Rafa Puente, sin embargo, el extimonel camotero no mostró elementos positivos y, ni siquiera, unalógica elemental al hacer sus movimientos. Debido a eso y losmalos resultados fue cesado con justa razón.
Ahora bien, la estadística ha demostrado que el cambio de DT nogarantiza una mejora constante, eso por algo tan simple como esto:quienes juegan son los futbolistas, es por ello que la influenciade un técnico es importante, pero no substancial. Claro está quehay casos en los que una motivación puede resultar altamenteefectiva, como sucedió con José Luis Sánchez Solá, quien pudoconformar un cuadro con jugadores que, aparentemente, habíantenido ya sus mejores años, pero que indudablemente aún teníanalgo de talento para ofrecer.
Ahora bien, hay que reconocer que el plantel de la Franja esmodesto, lo cual no debe tomarse como algo ofensivo sino como unarealidad a la que hay que enfrentarse, es para lo que alcanzó y nohay más.
Fue noticia la contratación de un hombre ganador como jugador ycomo técnico. Enrique Everardo Meza Enríquez fue un futbolistadestacado, quien fue parte del Cruz Azul que ganaba campeonatos yque se convirtió en un equipo grande, aunque eso es un pasado quetiene décadas y que no corresponde a la realidad actual.
Aun cuando fue la mayoría de su carrera suplente del legendariodel “Gato” Marín, el “Ojitos” empezó su carrera como DTsustituyendo al también llamado “supermán”, encargándose dela formación de los jugadores dentro de la institución cementera,llegando al banquillo años después y siendo sustituido por LuisFernando Tena, en aquella temporada que el Necaxa los derrotaríaen la final.
Fue hasta el momento que asumió el mando de los Toros Neza, en1996, cuando empezó a demostrar un gran talento al frente de unaescuadra folclórica que llegó hasta la final sin que nadie loesperara, sin embargo, la época dorada como técnico fue con elToluca, ganando 3 títulos entre 1998 y 2000.
Recordemos a ese equipo choricero que auténticamente desplegóun “futbol total” y lucía en demasía, como tenía décadasque no se veía. También no podemos olvidar su participación alfrente de la Selección Nacional, con la cual estuvo a punto dequedar fuera de Corea-Japón 2002, especialmente el día en queCosta Rica nos pegó en el Azteca, afortunadamente el “Vasco”Aguirre acudió a su primer “bomberazo” con el Tri.
Tuvieron que pasar varios años más para que alcanzara loslaureles, fue entonces que al mando del Pachuca logró uncampeonato nacional y 4 internacionales, demostrando una vez mássu capacidad.
Pese a esto, tiene 9 años que Meza no gana nada, inclusive hubouna gran expectativa cuando regresó a dirigir a la Máquina, sinembargo, no pudo tener éxito ahí, ni con los Tuzos ni losChoriceros, pese a haber obtenido buenos resultados previos.
Ahora toca el turno a un Puebla que no se ve por dónde puedamejorar, pero al menos en el papel, Meza es mejor que supredecesor, pero tristemente pienso que si no pudo alcanzar eléxito en equipos “grandes”, pues menos en uno chico, quizá delos más modestos de nuestro balompié. Esperemos a ver losresultados, pero no hay mucho qué esperar. Hasta la próximasemana.
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