Micaela Eugenio Márquez, nacida hace 25 años en Puebla, muestra su satisfacción por conseguir el tercer lugar en la rama femenil dentro de la categoría de Discapacidad motriz en el Maratón Internacional de la Ciudad de México efectuado el pasado domingo, aunque el subir al podio no fue sencillo para ella por la competencia, la misma arrancó desde tiempo atrás debido a los obstáculos que las personas con discapacidad padecen.
El Sol de Puebla platicó con la deportista y quien hace unas semanas fuera nombrada Presidenta de la Asociación estatal de atletas en silla de ruedas y nos contó sobre todo lo que padeció para llegar al podio de la competencia más importante del año en México, lugar que no le es ajeno ya que en 2016 lograra el segundo lugar.
“No se rindan, no por no tener el apoyo que a veces es nuestro limitante principal, no abandonen sus sueños, yo lo hice y sufrí. Ahora lo quiero retomar, ojalá se den las condiciones para lograrlo”, fue la frase con la que Micaela Eugenio busca imprimirle a sus compañeros que sufren una discapacidad para continuar la práctica de algún deporte o cualquier ámbito de la vida.
ENTRENAR DE LO PRESTADO, POR LA FALTA DE APOYO
Había dejado atletismo pista hace dos años y cambié por el Powerlifthing (levantamiento de pesas adaptado), por cuestiones económicas y la falta de apoyo. Deje de entrenar dos años en la pista, no tiene mucho que me prestaron una silla de atletismo y un compañero del deporte me dijo, si quieres correr el Maratón te presto mi silla, no lo pensé dos veces. He participado en otras carreras en las que he participado pero las sillas en las que competía no eran mías, son costosas y no estaban adaptadas a lo que requería.
LOS ENTRENAMIENTOS PARA EL MARATÓN
Estuve entrenando a un 80%, por diversos compromisos personales y laborales, además por la falta de apoyo que no tuve en tiempo y forma, la verdad entrené con menos de 2 meses de preparación y solo una vez al día, cuando mínimo deben ser dos veces al día. Entrené en la pista de tartán de la Unidad deportiva Mario Vázquez Raña. Si me preguntas como estaba hace dos años, ahora estoy a un 60% de lo que llegué a tener de entrenamiento, ahora si estuve abajo del rendimiento. Estoy segura si no hubiera abandonado el atletismo por dos años, estaría en este momento con México en los Parapanamericanos.
LA FALTA DE APOYO, UNA CONSTANTE.
Debido a esa falta de apoyo es que dejé el atletismo de pista para dedicarme al powerlifthing, no me desilusioné porque seguí en otro deporte que me dio muchos aprendizajes, lo hice con gusto.
Mi madre era quien tocaba las puertas mientras yo me dedicaba a entrenar, ella llevaba mis curriculums a diferentes empresas para que me patrocinarán, creyeran en mí y me apoyaran, pero no obtuve buena respuesta.
Personalmente acudí a las oficinas del Instituto poblano del deporte hace dos años, pero nunca fui recibida por el director, mediante oficios extendidos por quien era nuestra presidenta de asociación, Ariadne Hernández, siempre se los regresaban debido a que nunca hubo ingresos y recursos.
Posteriormente cuando cambié de disciplina, tampoco me recibieron y tuvo que ser un licenciado, quien terminó patrocinando, apoyando para continuar con el deporte.
EN POWERLIFTHING NO CREYERON EN MI
La vibra que existía en el Atletismo de pista fue siempre positivo y total, caso contrario en Levantamiento de pesas, acudí a prepararme a la Ciudad de México, lejos de apoyarme entrenadores o deportistas, nunca creyeron en mí, tuve que motivarme sola pese a que no creían en mi porque consideraban que no tenía la capacidad para llegar lejos en esta disciplina. Le tome pasión a este deporte que actualmente soy entrenadora de powerlifthing, pero tomé la decisión de regresar como deportista en el atletismo de pista.
REGRESAR DE LLENO AL ATLETISMO DE PISTA, UN HECHO.
El subir al podio en la Maratón me llenó de energía. Quiero regresar al 100% pero me desconcierta el tema de los apoyos, la silla es prestada, no quiero ilusionarme con regresar y de repente me quede con las manos vacías, si tuviera mi propia silla regresaría en su totalidad.
JUEGOS PARALIMPICOS, UN SUEÑO
No lo veo imposible. Si no hubiera dejado de entrenar estaría ahora en selección nacional, estaría en Lima con mis compañeros, soy capaz y se mi potencial, seguiré luchando por llegar a Paralímpicos, claro si tengo apoyo.