Santos se puso en modo remontada y consiguió un empate 2-2 en el Cuauhtémoc para frustrar al Puebla y su afición en la continuación de la jornada 11.
La Franja se quedó a 15 minutos de reencontrarse con el triunfo; pero Eduardo Aguirre y Leo Suárez quisieron otra cosa, sembrando dudas en el blanquiazul y la certeza de la crecida santista en el torneo.
Entretenido, bien jugado, dinámico; aunque sólo les faltó a Puebla y a Santos el gol el viernes en el Cuauhtémoc en el primer tiempo. Los dos la tuvieron, pero le echaron mucho y acabaron perdonando.
Rivas dejó en claro que el conjunto albiverde visitaba Puebla con la encomienda de ratificar su buen momento lanzando apenas por encima de la meta de Silva en los primeros minutos, sin prólogo, sin introducción, directo a la acción.
Luego Pablo Parra, reapareciendo en el XI de Larcamón, respondió disparando franco dentro del área; aunque también la mandó apenas por fuera para dejar en claro de qué iba el juego: ataque por ataque, fútbol directo sin elaboración como olvidando el romance de tratar bien al balón.
El duelo casi se rompe, no por un gol, sí por una expulsión a Javier Salas tras una dura entrada, al menos así apreciada por el central Fernando Guerrero. Sin embargo, desde el VAR le dijeron al silbante la viera y sí, Guerrero acabó echando atrás la roja para seguir 11 contra 11; aunque de rojo pasó a amarillo el color del cartón para el capitán del Puebla.
Tras aquello entró a escena Carlos Acevedo, pues cuando caía su arco le sacó el remate más claro a Mancuello; luego la “caprichosa” coqueteó con Araújo, quien se llenaba de pelota y festejó antes de tiempo el 1-0, pero la zaga albiverde barrió providencial para mantener el cero.
Luego, en la reanudación Israel Reyes festejó su llamado a la selección nacional mostrándole el camino a La Franja. El zaguero, lanzándose a rematar un tiro de esquina, encontró un rebote y apenas metiéndole el pie lo mandó a guardar para ahora sí romper el partido.
Con el gol como el táctico, Larcamón fortificó la zona baja retirando del terreno a Pablo Parra en lugar de Lucas Maia. La Franja pasó de jugar con tres en el fondo a hacerlo con cuatro apostando así a las contras y sabiendo que lo de Santos es el juego directo, porque la elaboración le cuesta.
Luego, luego Martín Barragán hablaba con apenas dos minutos sobre el campo. El delantero como la semana pasada tuvo efecto inmediato empalmando otro balón suelto dentro del área albiverde.
Ahí Puebla se sintió ganador y se fue a las duchas con casi 15 minutos por delante. El juego entró entonces a territorio Santos y Eduardo Aguirre descontó a través de un balón largo; mientras el Puebla pedía el fuera de juego.
Y sin aprenderse la película de San Luis, Puebla le permitió rematar como en su casa a Leo Suárez para el 2-2 que silenció el dos veces mundialista.