Sentencia Monarcas a los Lobos BUAP

Quedan penúltimos en el descenso

ALLAND JHONNATHAN

  · sábado 17 de febrero de 2018

Dos errores de La Manada sacaron del mal momento a Monarcas.

El arquero Jorge Villalpando entregó el gol de la igualada a Miguel Sansores tras no quedarse con un remate con poco o nada en la pelota y luego Facundo Erpen, a boca jarro, falló dentro del área y Lobos cayó 2-1 en el Morelos.

Si Monarcas le puso fin con el triunfo a una racha de dos derrotas; Lobos se despidió de la seguidilla de jornadas sumando.

El traspié, además, se produjo en una fecha clave para el descenso y a una semana del partido con tintes de juicio final contra los Tiburones Rojos del Veracruz.

La Manada amanecerá hoy en el penúltimo lugar de los cocientes y brindándole una vez más un halo de esperanza a los escualos, quienes conocedores del resultado universitario se tirarán a matar el domingo en el Luis “Pirata” Fuente sin importarles que su rival en turno se llame América.

Sí, Lobos regaló el partido, el cual también mereció Morelia porque peleó y se adueñó del mismo en el segundo tiempo.

Y es que tras adelantarse en el marcador vía Julián Quiñones, quien abrió la cuenta tras robar el esférico en la salida a Morelia, los licántropos cedieron el terreno perdiendo el rastro de sangre del rival.

Monarcas entonces monopolizó el esférico y llegaba una tras otra vez al arco defendido por Villalpando.

Pero La Manada, contra su naturaleza, se veía bien parada.

La línea de la zaga y del centro le hacía pequeño el campo a Morelia, lo dejaban sin espacios cuando quedaban atrás de la pelota.

Aunque cuando Lobos trataba de ofender, en ocasiones quedaba mal ubicado atrás y ahí Monarcas llegaba sin éxito, porque fallaba por su falta de serenidad.

En el segundo tiempo, la Monarquía siguió el script: se adueñó del balón, pero seguía sin hallar la vía de romper el ostión enemigo… al menos hasta que Jorge Villalpando quiso.

El peruano Raúl Ruidiaz lanzaba un disparo sin mucho desde la media distancia y “Villa” dudó entre si tirarle el cuerpo al balón para apaciguarlo en su regazo o despejarlo.

El cancerbero, quien se hizo cargo del arco universitario tras los errores de Francisco Canales en el duelo de hace un semestre contra Monarcas, ni se quedó con el esférico ni lo escupió a un costado como los cánones mandan; lo dejó al centro, donde apareció Sansores, siempre depredador del área, para el 1-1 y el juego nuevo en el Morelos.

Monarcas se acabó por adueñar de las acciones y a cuatro del final concretó la remontada con Raúl Ruidiaz.

El inca remataba a placer dentro del área una diagonal servida por el recién ingresado Gastón Lezcano.

Pero sobre el final Lobos acometió y se quedó cerca de marcar, cerca porque Facundo Erpen se acordó que es defensa y no delantero al echar un tiro con el marco purépecha a sus pies por fuera.