La derrota ante Tijuana (1-0) impidió al Puebla y a su técnico Nicolás Larcamón superar el primer tercio del torneo invictos, igualando así lo hecho durante el certamen pasado y que le valió al conjunto blanquiazul gozar de un colchón para alcanzar la repesca. Pero, aunque el resultado no se dio, el equipo mostró mejores formas, dejando claro hay trabajo de por medio bajo la tutela de su nuevo director técnico.
Haciendo la derrota a un lado, la primera del semestre, La Franja mostró capacidad de adaptación el viernes, pues asumió el protagonismo del partido: disparó más en relación a su rival y presumió por primera vez en la campaña de mayor tiempo de posesión del esférico.
Si bien el equipo hizo el gasto y al final presumió de un sabor amargo por cómo quedó el marcador en el Cuauhtémoc; el Puebla sí pagó cara su falta de tiza frente al marco contrario y sobre todo sus pecados en defensa, bastándole uno para cometer penal, el cual marcó la diferencia.
A pesar del agrío sabor de boca, el propio Larcamón le pidió nada más al terminar el partido del viernes mantener la cabeza fría a sus pupilos, directivos, fanáticos y medios de comunicación. A decir del técnico, si bien les faltó el gol, tampoco la ausencia del mismo es como para encender las alarmas; mientras en defensa, admitió su equipo se equivocó.
“Son partidos, es el futbol, simplemente no hay que perder la cabeza y hay que sostener este nivel mostrado en las primeras tres fechas en lo venidero”, indicó el estratega en la rueda de prensa posterior al compromiso. “Simplemente nos faltó el gol, se generó mucho, pero nos faltó concretar con el gol todo lo bien que se hizo esa noche”, agregó.
A pesar de la pobre producción ofensiva, el Puebla seguía hasta antes de la jornada sabatina dentro de los primeros 10 ataques del torneo.