Mano a mano de poder a poder en Puebla entre Soberano y Templario, los nuevos rostros o ídolos del Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL), que se apuntó El Rey del Tornillo tras un rompe cuellos.
Soberano acabó con El Guerrero León tras sorprenderlo con un Piledriver para levantar los brazos en el combate principal del lunes clásico, el cual encandiló a los fanáticos de principio a fin o desde una hora antes a las acciones cuando Templario estuvo atendiendo a los aficionados a las afueras del Gigante de Acero de la colonia Centro.
Ídolos por siempre
Qué importa si los viejitos Octagón y Atlantis tiran polilla cada vez que suben al cuadrilátero, ellos están más allá del bien y del mal por su condición de ídolos y la gente paga para verlos por lo que representaron en su niñez o aún representan.
El Amo de Los Ocho Ángulos, capitaneando el bando técnico conformado por él, Atlantis y Titán hizo suya la Arena Puebla rindiendo a los rufianes Stuka, Último Guerrero y Bárbaro Cavernario después de tres caídas.
Octagón se las veía con Stuka, mientras Titán hacía lo propio con Bárbaro Cavernario.
Todo esto cuando El Ídolo de Los Niños coronaba el triunfo de los técnicos con La Atlántida sobre Último Guerrero, sentenciando así el pleito ante una Arena Puebla que acabó aventándole dinero a los estetas, reconocidos así como se hacía en los buenos viejos tiempos.
La tercia esteta se acabó de echar a la bolsa a los presentes cuando paralizaron la función firmándole y sacándose fotos con todos los niños acercándose al ring.
Sí, otra generación ya conoce a Atlantis y Octagón. Pero eso no sería posible si los dos gladiadores no significaran lo que significan dentro del pancracio nacional.
La casa manda
Por descalificación, y justo cuando el pleito estaba en lo mero bueno entre poblanos y tapatíos, La Fuerza Poblana impuso la localía ante Zandokan, Difunto y Cruxis en la Arena Puebla.
Todo esto cuando Zandokan, exacerbado de rudeza tras ver cómo Guerrero Maya, Rey Samurai y Stigma les arrebatan la lucha a los jaliscienses -o los exhibían- le arrancó la tapa a la mala a La Pieza Poblana Perfecta.
El principal Edgar “El Güero” Noriega no titubeó y antes de meterse en un lío con los locales, entregados con los suyos, terminó por levantarles los brazos a los poblanos para beneplácito de los presentes o simplemente para salvar el pellejo… tonto, tonto no es “El Güero”, pues sabe cuándo y con quién.