Evidentemente hay causas que deben ser asumidas como prioridad para toda la humanidad, como es la lucha contra el racismo, sin embargo, hay que tener mucho cuidado con quien toma esa bandera para justificar alguna mala acción.
Debemos tener presente que muchas causas buenas o aparentemente buenas han sido utilizadas para fines perversos o de ambición personal, como fue el tribunal de la Santa Inquisición o como los políticos que hablan mucho de cuidado animal, pero descuidan a las personas.
También hay que decir que el mundo y especialmente nuestro país son racistas, basta ver el estereotipo de personas que salen en las telenovelas o programas de entretenimiento, así que las medidas que pretenden reducir esa discriminación también deberían enfocarse a esas manifestaciones de la farándula.
Fue noticia la improcedencia de la queja por supuesto racismo por parte del Santos, con relación al altercado que tuvo Félix Torres con un recogebalones, a quien empujó por hacer tiempo. El colombiano alegó que recibió adjetivos alusivos a su color de piel, por lo cual pidió una investigación al respecto.
Todos aquellos que hemos jugado un partido, del nivel que sea, sabemos que el balompié es un deporte de contacto, en donde se conjugan muchas emociones, es más, para muchos, esto es parte del juego e inclusive lo consideran folclórico. Dentro de una cancha se dicen apelativos que pueden resultar ofensivos, pero que son dichos recíprocamente por los que están al interior del césped, no solo de futbol, sino de otras disciplinas.
El hecho de que un recogebalones retenga un poco el esférico ha sido una costumbre propia de la localía, es más, recordemos la escena entre el Tottenham y el PSG, en el que un balonero dio la pelota rápidamente, lo que propició un gol, incluso el propio José Mourinho reconoció la labor del joven.
En el juego referido, Torres lanza un empujón fuerte, con más fuerza que los acostumbrados entre jugadores a manera de reto, lo cual molestó a los jugadores de San Luis que salieron a reclamarle, con el supuesto insulto, más por el hecho de la intensidad del movimiento.
Después se señaló que el colombiano lloró por el supuesto insulto acto de racismo, lo cual me parece ridículo y como una manera de justificarse por la falta que había cometido.
Después de la resolución de las autoridades deportivas, debemos tener cuidado con las acusaciones que impliquen este tipo de causas importantes, ya que se prestan para querer tapar diversas faltas, como ha sucedido lamentablemente en el mundo respecto a diversos pseudo activismos que no redundan más que en la simulación. Hasta la próxima semana.
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