Un paquete, su lechita y a dormir le propinó en la lucha estelar del lunes clásico del Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL) en Puebla, Titán al Negro 4:40 Casas para así retener el cinto mundial welter versión CMLL.
El Negro Maraquero casi hizo “la chiquita” ante Titán, encumbrado desde su regreso de Japón, cuando lo obligó a éste a luchar a ras de lona.
Pero los años no pasan en balde, pues si bien El 4:40 exigió al monarca welter, no alcanzó a contrarrestar un paquete bien aplicado por Titán. Pero, a pesar de caer, el público no dejó de reconocer al Negro, un ídolo e icono de la lucha libre mexicana sin importar cuándo usted lea esto.
'La Mística' y vámonos
Con la llave de los grandes triunfos, La Mística, Místico comandó a Fugaz y Esfinge a la victoria sobre los rudos Niebla Roja, Ángel de Oro y el nipón Yota.
El Rey de Plata y Oro abrochó el éxito técnico con esa llave que ya lo ha inmortalizado tras aplicársela en la tercera caída a Ángel de Oro, quien acabó solicitando la asistencia médica por sentirse del hombro derecho.
Todo esto después de sendos mortales de Fugaz y Esfinge sobre Niebla Roja y Yota fuera del cuadrilátero.
Tras levantar los brazos, Místico le planteó la idea de una lucha de apuestas máscara contra cabellera a Ángel de Oro. El rudo primero dijo sí, pero luego respondió, “ni loco”, provocando el “ehhhhh… pu…”, de la afición conocedora en La Casa del Dolor Ajeno.
Ni modo, el rudo le sacó. “Para eso me gustabas”, recriminó la afición a La Sornisa Ingobernable del CMLL.
Triundo de Talavera
“La venganza es un plato que se sirve frío”, y La Fuerza Poblana integrada por Pegasso, Guerrero Maya y Stigma lo sabe tras cobrar su revancha ante el Talento Tapatío conformado por Vaquero, Omar Brunetti y Leo una semana después de caer contra éstos en la Arena Puebla.
Los tapatíos se apuntaron la primera caída cayéndole al sobres a los poblanos, a quienes ni siquiera les dejaron presentarse. Tal fue el agandalle que Vaquero despojó de la máscara a Pegasso para acabársela guardando en las partes nobles… llevado el jalisquillo.
Menos mal Pegasso traía otra tapa de reserva porque ni loco se iba a poner esa careta con quién sabe cuánto espíritu maligno encima.
Pero quien se lleva se aguanta y La Fuerza Poblana cobró revancha con par de rondas de mortales fuera del encordado coronadas segundos más tarde con una estrella sobre el centro del cuadrilátero para nivelar las acciones.
A partir de ahí, la lucha fue toda de Talavera. Los angelopolitanos acabaron luciendo y diciéndole a los forasteros, “sí, somos profetas y en nuestra tierra”.