Amigos, ante el fallecimiento del actor mexicano Raymundo Capetillo a los 76 de edad días después de ser internado en un hospital de la Ciudad de México al presentar síntomas de coronavirus, es innegable comentar que Raymundo formaba parte de la talentosa familia mexicana de los Capetillo conocida también por el actor y cantante Eduardo, el matador y actor Guillermo Capetillo, quienes eran sus primos segundos. A su vez, del torero Manuel Capetillo que también era un familiar cercano al actor recientemente acaecido. Cuyo inicio de esta familia en el mundo del espectáculo se da cuando el matador jalisciense Manuel Capetillo Villaseñor, bautizado por la prensa de los años 50’s como “el mejor muletero del mundo” o el “muletero tridimensional” decidiera combinar su carrera de torero y actor por ahí de 1953. Participando en diferentes películas y además mostrando sus cualidades de buen cantante principalmente del género vernáculo. Sin embargo, a don Manuel Capetillo le tocó una época en la que personalidades de la sociedad, espectáculo y política exhibían su gusto por la tauromaquia. Un día sucedió que el recién electo don Adolfo López Mateos tomaría posesión en 1958 como presidente de nuestra republica en solo unas semanas, inclusive se desconocía quienes serían los que ocuparían las diferentes secretarías en su mandato. Él se declaraba abiertamente partidario de Manuel Capetillo y es por eso por lo que solicitó al torero de Guadalajara matara un toro a puerta cerrada puesto que por su próxima alta investidura le seria difícil asistir con regularidad a los cosos. Por supuesto que el bien llamado “Mejor Muletero del Mundo” aceptó de inmediato y la fecha se fijó, la plaza seria la más grande del mundo. Cuando se encontraban ya en ella Capetillo notó que en el callejón había muchos conocidos políticos que no debían de estar en ese lugar por su propia seguridad, por lo mismo tenían que subir a las gradas y así se lo hizo ver el matador a don Adolfo, él le dio varios nombres para avisarles subieran al tendido y don Manuel les fue avisando uno a uno. Los demás quedaron en el callejón corriendo los riesgos normales en caso de que el astado visitara ese espacio. Acto seguido, Capetillo habló con el futuro mandatario avisándole que la lidia comenzaría en solo segundos, quienes estaban cerca alcanzaron a escuchar que el tapatío agregaba… “Gracias licenciado por adelantarme quienes serán miembros de su gabinete”.
Y efectivamente, días después se conocía que todos aquellos a los que se solicitó subieran al tendido, ocupaban importantes puestos en diferentes secretarias federales, Manuel Capetillo lo había intuido y así fue… En fin, que el toreo y las diferentes esferas sociales siempre han caminado de la mano.
TLAXCALA Y SU POSIBLE REAPETURA TAURINA
El pasado domingo en nuestro programa de Radio pudimos platicar con diferentes personajes. Destacó la entrevista con el matador y ganadero don Raúl Ponce de León y los retos que enfrenta actualmente el campo bravo de la región ante la pandemia y lo retrasado de las lluvias. Con el maestro Manolo Arruza y sus conceptos taurinos mismos que vierte en la Academia Taurina Municipal de Aguascalientes y en la dirección artística del matador Luis Ignacio Escobedo. Por cierto, Luis Ignacio es el último matador que lidió en festejo formal previo a la pandemia. Dicha corrida se llevó a cabo en Teziutlán, Puebla. Y finalmente platicamos con el contador Luis Mariano Andalco quien nos reveló que podría ser Tlaxcala la primera entidad en tener actividad taurina en el país, si las condiciones lo permiten. Pues están ya organizados para cuando las circunstancias sean favorables.
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