Amigos, ante la situación de la pandemia que se vive en el mundo y particularmente en nuestro país, no es casualidad que el espectáculo taurino también se vea afectado. Nuestro reconocimiento al vecino estado de Tlaxcala que se mantiene en semáforo amarillo evolucionando favorablemente y le ha permitido anunciar dos corridas de toros en la ciudad industrial de Apizaco.
El 25 de diciembre se anuncian toros de José María Arturo Huerta para los matadores Diego Silveti, Fermín Espinosa Armillita IV y Gerardo Rivera; mientras que el 1 de enero alternarán los matadores José Luis Angelino, el español Jairo Miguel y Alejandro Lima con toros de la mítica ganadería de Piedras Negras, ambos festejos a las 4 de la tarde. Será obligatorio el uso de cubre bocas, aforo limitado, desinfección de la plaza y personas. Es decir, con mucha precaución mantiene vigente el espectáculo taurino.
Al ser el estado que mayor número de ganaderías de bravo registra con 37, más las que operan sin estar anotadas ante la Asociación, se estima que son alrededor de 40 las cabañas bravas tlaxcaltecas, lo que deja ver que cada ganadería emplea en promedio 5 familias. Muchas de estas, con más de una década de antigüedad laboral.
De acuerdo con American Chamber-México, en su análisis trimestral The Economy in Brief realizado por Economex, el crecimiento económico no podrá superar una tasa del 1.5% durante varios años. México tiene un alto riesgo de ver afectado su perfil crediticio, por el apoyo decidido y creciente que está otorgando a Pemex. La deuda del sector público seguirá siendo elevada. La inversión se mantendrá en niveles muy bajos. El desempleo, la pobreza, la inseguridad y la corrupción seguirán aumentando.
Bajo este panorama poco alentador para el país, qué perspectiva se le puede dar a la fiesta en el 2021, ante una sociedad que se ha visto muy disminuida no solamente en su bolsillo, sino en su salud. Puebla ya ha registrado casos de reinfección por COVID-19, las vacunas que están por llegar aún no sabemos las reacciones que puedan tener con los mexicanos, pero muchas familias llegarán al final de este año sin un miembro a la cena de navidad y fin de año.
Por lo que respecta a los espectáculos en general y desde luego a la fiesta taurina, tendrán que seguirse reorganizando para adaptarse a esta nueva realidad. La gran depresión de 1929 enseñó al mundo que había que evolucionar para sobrevivir. Se estima que el virus de la gripa española dio la vuelta al mundo en cuatro meses y cobró la vida de más de 21 millones de vidas.
Más muertes que la primera, la segunda guerras mundiales, la guerra de Corea y la de Vietnam todas juntas. Duró 18 meses e infectó a un tercio de la población mundial. Pero aun así sobrevivió la tauromaquia. Se adaptó o, mejor dicho, evolucionó, llegaron jóvenes empresarios, aprovecharon las tecnologías del momento, echaron a andar su inventiva e imaginación.
Nunca bajaron los brazos y salieron adelante.
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