Con tan solo 18 años de edad, el poblano Cristian Alvarado es una de las gratas sorpresas que presentarán los Pericos dentro de su cuerpo de pitcheo en la temporada 2022.
Alvarado es originario de La Esperanza, Puebla, donde nació un 6 de julio de 2003, y es el pelotero más joven en el roster de los Pericos de Puebla para esta campaña.
El derecho, de 1.92 de estatura y 103 kilos de peso, despuntó en la pasada temporada de la Liga Invernal Mexicana, donde se convirtió en el cerrador de esos sensacionales Pericos, que estuvieron a una jugada de levantarse con el banderín del circuito.
Alvarado es dueño de un buen control, una respetable recta y para su edad también goza de pitcheos rompientes que se han convertido en la pesadilla de los bateadores rivales.
“Tiene con qué y se ganó a pulso la oportunidad de iniciar en el equipo”, destacó el presidente deportivo Alfonso “Chato” López.
Entre las herramientas importantes que tiene Alvarado se encuentra su velocidad que oscila entre las 90 y 92 millas, tiene comando de la bola y un sinker, que lo ayudará mucho para imponer su dominio en la loma.
Y lo principal, un valor como nadie en el centro del diamante.
“En sus primeras salidas como profesional quizá le cueste por la misma euforia y el nerviosismo, pero cuando se asiente, nos ayudará mucho en el equipo”, aseguró el “Chato”.
A pesar de ser de La Esperanza, Puebla, un municipio que se encuentra camino de la autopista Puebla-Orizaba, Alvarado fue escauteado por Pericos en la Ciudad de México, y de inmediato fue firmado.
Cristian es primo hermano de Juan Gabriel Alvarado, que la campaña pasada se tomó su tacita de café con los Pericos, donde trabajó durante seis entradas y un tercio en sus tres actuaciones, una de ellas como inicialista.
Ahora otro Alvarado busca seguir sus pasos, buscando poner en todo lo alto el apellido dentro de la Liga Mexicana de Verano, al igual que el municipio poblano de La Esperanza.
Alvarado portará el número 13 en sus dorsales, ese mismo que llevó a sus espaldas Rudy Sandoval, campeón con los Pericos en 1963, y posteriormente como manager de los monarcas Ángeles Negros en 1986.
¿De la mala suerte?, para nada, por lo menos para los Pericos, es un número histórico.