Si por jugadas claras frente al marco rival se tratara, Puebla lo ganaba el domingo ante Querétaro en la continuación de la jornada nueve de la Liga Femenil MX fácil en el Cuauhtémoc. Pero el futbol, usted lo sabe, hasta hoy se gana metiendo la redonda al arco y ahí las visitantes marcaron la diferencia.
Las emplumadas, como las Centellas del Necaxa, vieron la luz ante La Franja que parece los resultados le abandonaron desde hace cinco fechas.
Increíble resultó para unos que quien el domingo hizo el gasto no se apuntó el éxito y quien apenas en apariencia se esforzó con lo mínimo salió con los brazos alto del estadio Cuauhtémoc, feudo inexpugnable hace hace un mes, aunque con poco fiabilidad en las últimas dos citas de las blanquiazules.
Puebla hasta antes del gol visitante, presumió hasta cuatro claras. Pero entre el transversal y la arquera Vanessa Córdoba simplemente se lo perdió.
Tras el vendaval blanquiazul, las emplumadas discutieron la posesión y ganaron en confianza para pisar el césped contrario. No obstante, sólo abrieron la cuenta con una contra, donde tomaron mal parada a las locales y en desventaja numérica; justo así Jaquelín García levantó los cerrojos y estrenó el marcador.
Una vez más, como hace una semana, La Franja Femenil debía de venir de atrás y parecía Verónica Martins igualaba en el complemento, pero tras quitarse a tres no pudo mano a mano con Córdoba, monumental en el achique para tapar con toda su humanidad otra clara de La Franja.
El técnico de Puebla necesitaba goles y le movió a su escuadra apostando por Lupita Worbis en lugar de Estefany Hernández. El cambio le daba mayor presencia de área a las dueñas de la casa y mayor libertad a Martnis, quien cascó un balón largo servido de Worbis, pero llegó muy justa para rematar, mandando el intento encima de la meta queretana.
Las blanquiazules juegan bien, pero han extraviado la puntería y en ese afán de igualar se descubren atrás. Así les ganó Necaxa y el domingo Querétaro, mientras los sitios de privilegio corren el riesgo de comenzar a verse de lejos.
Menos mal se viene la fecha FIFA, donde el equipo habrá de trabajar o atender el disparo constante sobre el arco contrario y ante todo relajarse… porque para marcar también se necesita de sangre fría y tal vez su técnico Juan Carlos Cacho sepa de eso.