Sí, Lobos quebró una racha de tres partidos perdiendo fuera de casa al empatar a uno con Monarcas Morelia en el arranque de la jornada 11 de la Liga MX.
Sin embargo, dejó inconclusa la operación salvación, dándole más drama al asunto y vida a los Tiburones Rojos del Veracruz en la carrera por mantener la categoría.
Los escualos, enfrentándose mañana a León en el Nou Camp, cuentan aún con esperanza para hacer “la chiquita” al cierre de la fecha. Pero si el rey de la selva se los merienda, en automático se despedirán de la Primera División y La Manada aullará de alegría.
Aunque tanto dramatismo resulta innecesario cuando Lobos dejó el viernes pasar una magnífica oportunidad para salvarse por su propia mano y no por el fallo de otro.
En el primer tiempo, el conjunto adiestrado por Juan Francisco Palencia controló las acciones e inclusive picó por delante en el marcador con un testarazo de Michael Orozco a los 37 minutos.
El zaguero, estrenándose como goleador con La Manada, apareció solo en el corazón del área para de cabeza rematar un servicio a tiro de esquina.
Pero a esas alturas del partido la ventaja daba la impresión de ser corta, pues en los primeros compases del duelo Michaell Chirinos, recién convocado con Honduras para la fecha FIFA, remató un servicio pasado a segundo poste a las manos del cancerbero purépecha Carlos Sebastián Sosa.
El tímido remate del catracho seguro hubiera presumido de otro final con Leo Ramos en la cancha.Y Morelia con poco, al menos en 45 minutos, niveló las acciones con un disparo cruzado de Carlos Ferreira.
La jugada previa a la igualada de Monarcas pudo terminar si Francisco “Maza” Rodríguez cortaba un pase filtrado de Edison Flores; en cambio, el balón le acabó por pasar entre los pies al capitán licántropo y el resto es historia.