Un remate dentro del área de Roberto Alvarado tumbó a Lobos en el Universitario.
La Manada, con la derrota del sábado 1 por 0 ante Necaxa prácticamente necesita de un milagro para salvarse.
La corona del campeón de Copa deslumbró a los licántropos, quienes tampoco pudieron ante un equipo “cansado” por el esfuerzo de mitad de semana y que en Puebla jugaba desde los 15 minutos en inferioridad numérica tras la expulsión de Luis Gallegos.
Aunque en realidad, la poca imaginación e intensidad cavaron la tumba de los universitarios.
A los locales les duró la cuerda 20 minutos, en los cuales Jiménez llegó tarde a cerrar la pinza tras un centro de Luis Advíncula.
Después “la caprichosa” tampoco quiso luego de un remate de cabeza de Carlos Adrián Morales, donde al esférico le faltaron centímetros para bajar y sortear la parte superior de la red.
Tas gozar de las más claras, Lobos se desanimó y bajó las revoluciones.
Necaxa lo entendió y atacó, quedándose cerca de marcar gracias a un gran achique de Francisco Canales.
Los primeros 45 desaparecieron del electrónico y Daniel Alcántar debía de inventarse algo para ganar el partido.
El entrenador movió ficha: Alfonso Tamay, una media punta, en lugar de Eduardo Tercero.
El movimiento descobijaría a la banda de la izquierda si Necaxa apostaba por las transiciones rápidas.
Los Rayos lo entendieron y en menos de cinco minutos generaron las mismas de peligro, o más, de las de Lobos en todo el primer tiempo.
Una falta, cuando Carlos González festejaba ya el primero de los Rayos, salvaba a Lobos.
Luego, el poste mantenía los sueños de los locales en Primera División.
Más tarde, la pierna de Facundo Erpen en una barrida salvadora evitaba la tragedia.
Tras recuperar el aliento, la afición comenzó a pedir a Quiñones, luego a Amione.
El primero se vino al campo y trató de arengar a sus compañeros.
Con los bríos revitalizados, Lobos parecía lo ganaba; pero Quiñones se atravesaba a un remate de Tamay con dirección a la red para evitar el gol del oxígeno en plena carrera por la salvación.
De nuevo Lobos crecía, pero a Necaxa le bastó una pared entre Daniel Álvarez y Carlos Alvarado para dejar herido de muerte a los licántropos.
La Manada ahora deberá de rezar porque Veracruz no sume ante León hoy en el Luis “Pirata” Fuente, sólo así las cosas se mantendrían como hasta antes de la jornada 14 dentro de la tabla porcentual
Aunque hoy es un hecho, Lobos necesita de un cierre perfecto para mantener la categoría.
La próxima semana sólo le vale el triunfo ante Rayados en la Sultana del Norte para llegar con opciones de quedarse en Primera a la última jornada cuando reciba en el cubil al Puebla.
Lobos afrontará su última salida del torneo sin victorias por la carretera y sumando un punto de 21 posibles.